Ibros - Jaén Paraíso Interior

Ibros
Ibros es un pequeño municipio situado en el noroeste de la comarca de La Loma y Las Villas. Su término municipal es una campiña olivarera que se extiende en pendiente descendente hasta el río Guadalimar.
El olivar es de muy buena calidad y en torno a él se ha desarrollado una importante industria oleícola local.
Otras actividades relevantes son el cultivo de las huertas, la artesanía de la madera, transformados metálicos y la selección de residuos urbanos a través de la planta instalada en el municipio.
La vida local de Ibros está muy condicionada por su cercanía a las grandes ciudades de Linares, Baeza y Úbeda, captando trabajos las personas que están desempleadas en los sectores de la construcción, servicios o en la industria de estas ciudades.
Del patrimonio arquitectónico destacan la Muralla ciclópea, construida en el siglo I a.C., y que ha sido declarada en 1931 Monumento Histórico-artístico, y la iglesia de San Pedro y San Pablo, de estilo renacentista.
Información
Zona turística: Úbeda/Baeza
Distancia a la capital (km): 47
Altitud sobre el nivel del mar (m): 595
Extensión (Km²): 55
N° de Habitantes: 2.832
Gentilicio: Ibreños
Código postal: 23450
Plaza del Ayuntamiento n°1
953 766 025
Cultura
- Muralla ciclópea: Se trata de los restos de una gran construcción formada, primitivamente, por un recinto cuadrangular que rodeaba el perímetro del poblado del que hoy solo conservamos una esquina de 12 y 13 m. de largo. La fecha de construcción se estima entre el siglo II y el siglo I a.C., ya en época romana, pero con técnicas constructivas propiamente ibéricas. Sus enormes sillares están ensamblados sin mortero, poseen unas dimensiones de 3,60 m. de longitud por 1,70 m. de ancho.
- Iglesia de San Pedro y San Pablo. Es una obra del siglo XVI de estilo renacentista. Su planta presenta una sola nave con siete capillas entre los contrafuertes sin comunicación entre ellas. Se cubre con una bóveda de medio cañón con arcos fajones que descansan sobre pilares. En su exterior, de importante volumetría, destaca su torre. Es de cuatro cuerpos con base cuadrada. Llama la atención su último cuerpo, del siglo XVII, en el que van las campanas y rematado con un chapitel de estilo herreriano. Tanto el retablo original como su rica imaginería fueron destruidos en la Guerra Civil.
Naturaleza
El término municipal de Ibros tiene una extensión de 55 km², con una orografía llana sin apenas relieve, surcado por varios arroyos que cruz ...
Cultura
- Muralla ciclópea: Se trata de los restos de una gran construcción formada, primitivamente, por un recinto cuadrangular que rodeaba el perímetro del poblado del que hoy solo conservamos una esquina de 12 y 13 m. de largo. La fecha de construcción se estima entre el siglo II y el siglo I a.C., ya en época romana, pero con técnicas constructivas propiamente ibéricas. Sus enormes sillares están ensamblados sin mortero, poseen unas dimensiones de 3,60 m. de longitud por 1,70 m. de ancho.
- Iglesia de San Pedro y San Pablo. Es una obra del siglo XVI de estilo renacentista. Su planta presenta una sola nave con siete capillas entre los contrafuertes sin comunicación entre ellas. Se cubre con una bóveda de medio cañón con arcos fajones que descansan sobre pilares. En su exterior, de importante volumetría, destaca su torre. Es de cuatro cuerpos con base cuadrada. Llama la atención su último cuerpo, del siglo XVII, en el que van las campanas y rematado con un chapitel de estilo herreriano. Tanto el retablo original como su rica imaginería fueron destruidos en la Guerra Civil.
Naturaleza
El término municipal de Ibros tiene una extensión de 55 km², con una orografía llana sin apenas relieve, surcado por varios arroyos que cruz ...
Cultura
- Muralla ciclópea: Se trata de los restos de una gran construcción formada, primitivamente, por un recinto cuadrangular que rodeaba el perímetro del poblado del que hoy solo conservamos una esquina de 12 y 13 m. de largo. La fecha de construcción se estima entre el siglo II y el siglo I a.C., ya en época romana, pero con técnicas constructivas propiamente ibéricas. Sus enormes sillares están ensamblados sin mortero, poseen unas dimensiones de 3,60 m. de longitud por 1,70 m. de ancho.
- Iglesia de San Pedro y San Pablo. Es una obra del siglo XVI de estilo renacentista. Su planta presenta una sola nave con siete capillas entre los contrafuertes sin comunicación entre ellas. Se cubre con una bóveda de medio cañón con arcos fajones que descansan sobre pilares. En su exterior, de importante volumetría, destaca su torre. Es de cuatro cuerpos con base cuadrada. Llama la atención su último cuerpo, del siglo XVII, en el que van las campanas y rematado con un chapitel de estilo herreriano. Tanto el retablo original como su rica imaginería fueron destruidos en la Guerra Civil.
Naturaleza
El término municipal de Ibros tiene una extensión de 55 km², con una orografía llana sin apenas relieve, surcado por varios arroyos que cruzan el territorio de sur a norte para verter sus aguas en el río Guadalimar.
La mayor parte de sus tierras de cultivo están dedicadas al olivar, que van descendiendo en pendiente hasta el río Guadalimar. Este río hace frontera con el territorio de su vecino Linares durante un recorrido importante, por este motivo la superficie de vega de Ibros es considerable y hace que los cultivos hortifrutícolas en Ibros tengan también mucha importancia. Al tiempo que contribuyen a la diversidad biológica y ecológica de la localidad.
A las numerosas especies que viven en el olivar, algunas tan emblemáticas como la abubilla, chotocabras pardo, carbonero, aguilucho pálido, aguilucho cenizo, hemos de añadir mamíferos como el zorro, el conejo, la gineta o el ciervo. Sin olvidarnos de las aves que se alimentan en el olivar en sus largos desplazamientos migratorios por la península, un alimento nutritivo que les ayudará a reponer fuerzas.
Tanto a la fauna como a la flora propia del olivar, hemos de añadir la que genera el río Guadalimar a su paso por el término, o el embalse de Giribaile sobre este mismo río. En las proximidades al cauce de los ríos, donde se forman las galerías de ribera en la que crecen chopos, mimbreras, taráis, abedules… Crean el ecosistema ideal para que en él vivan la boga del Guadiana, el barbo andaluz, la culebra de escalera, la garza real, nutria europea o toda la avifauna característica de la vegetación de galería.
Ibros es por este motivo, una localidad con una diversidad de ecosistemas que enriquecen tanto su fauna como su flora.
Fiestas y Eventos
Las principales fiestas que se celebran en Ibros son:
- San Antón, el día 17 de enero. Este día se levantan “luminarias” por todos los barrios, en torno a las cuales se canta, baila, come y bebe, pasando una velada divertida.
- Santobastián. Es una fiesta muy arraigada en los ibreños, esta que dedican a San Sebastián el día 20 de enero. Es costumbre de este día ir al campo a almorzar con parientes y amigos.
- Feria y Fiesta en honor de Nuestra Señora de los Remedios. Tienen lugar del 2 al 5 de mayo, y que popularmente se le conoce como “La Remediadora”. Cuenta la leyenda que la imagen de la Virgen de los Remedios la encontraron tres ibreños oculta en una campana que estaba enterrada en una finca de Baeza, y que ahora se llama “Huerta de la Virgen”. Hasta tres intentos hicieron para llevar la imagen a Baeza, pero milagrosamente, sin éxito. Por lo que entendieron que era deseo de la Virgen quedarse en el pueblo de Ibros. En su honor se celebran estas fiestas, en las que el día 3 es el día grande de las fiestas. Ese día se procesiona a la Virgen por un itinerario que simula su traslado al templo desde su desaparecida ermita.
- San Isidro Labrador. Se celebra el día 15 de mayo, día en el que también es costumbre festejar a San Pascual, quien antes de tomar el hábito franciscano fuera pastor de ovejas, llevando la imagen de la Virgen grabada en su cayado.
- San Antonio de Padua, el día 13 de junio. Es co-Patrón de la localidad juntamente con Nuestra Señora de los Remedios. Los ibreños, además de asistir a la procesión de la imagen del santo portugués, degustan la “Paloma”, bebida refrescante elaborada con agua, azúcar, aguardiente y limón.
- Fiesta del emigrante. El primer domingo de agosto se desarrolla esta fiesta de origen reciente, pensado para el disfrute de los emigrantes que se encuentran pasando las vacaciones en su localidad natal.
Gastronomía
En la gastronomía de Ibros hay dos ideas que siempre están presentes: una es la presencia de su aceite de oliva en la mayoría de sus platos, y la otra, que utilizarán los recursos que la naturaleza genera en sus tierras, verduras y hortalizas de sus huertos, espárragos, níscalos o carne de los animales que se crían en sus campos y de los que pueden surtirse en época de caza.
Entre los platos más tradicionales tenemos:
- “Cocido relleno”. Es el plato señero de la cocina tradicional, vianda festiva que se toma en el almuerzo de la fiesta de la patrona, Nuestra Señora de los Remedios. Suele hacerse con carne de cordero, trozos de jamón, huevos batidos y especias molidas en el mortero, tales como la canela, la pimienta, los clavos de olor, azafrán y la alcaravea. Todo esto irá embutido en una tripa de ternera que se dejará cocer con el cocido tradicional de garbanzos, hueso de jamón y pollo. El relleno forma el último plato del menú festivo, siendo el primero la “sopa hervida”, preparada con la sangre y los menudillos del pollo. Y de postre “natas”, que se preparan con leche, almidón de trigo, azúcar, yema de huevos batida y todo cuajado al baño maría.
- “Bacalao con tomate” y “el encebollao de bacalao”, junto con los postres de los días de Pasión “buñuelos de viento”, “las flores de gacha de harina”, fritas en molde hierro, será la comida típica de la Semana Santa.
- “Guiñapos”, es una réplica de lo que en otros lugares son los “andrajos” o “harapos”. Tiras de masa de harina que se dejan caer en el caldo de un sofrito de pimiento, cebolla, tomate y carne de liebre.
- “Arroz caldoso”. Es un típico plato de primavera, cuando la huerta empieza a dar sus frutos. Además de la carne lleva alcachofas, patatas, espárragos y habas frescas.
En la repostería destacan:
- "Empanadillas" rellenas de cabello de ángel.
- “El Cuajao”, también lleva cabello de ángel, pero además lleva almendras.
- “Tortas dormidas” que se preparan para la fiesta de la Patrona
- “Gachas dulces” que se consumen en la festividad de Todos los Santos.
Historia
Según algunos autores este es la antigua “Ibes” o “Ibris” de los oretanos, en la que existió un fabuloso rey íbero que dio nombre al poblado.
Los numerosos vestigios arqueológicos hallados en su término muestran una intensa ocupación humana durante la época romana. Se trata de villas rústicas entre las que destacan la del Cortijo del Álamo, la del paraje de Horcajo y la del Corral del Manchego, donde también se encontró una pequeña necrópolis.
De la etapa islámica se encontraron dos inscripciones en la localidad. La primera de ellas se trata de una lápida funeraria fechada en 1205 que ha sido trasladada al Museo Arqueológico Nacional; y una segunda fechada en el siglo XII que se encuentra en el Museo Provincial de Jaén.
Los cristianos la tomaron en 1157, pero cayó de nuevo en poder de los árabes, hasta que definitivamente es conquistada por Fernando III el Santo.
Tras la conquista castellana estuvo dividida en dos jurisdicciones:
- “Ibros del Rey”, por ser realengo, e
- “Ibros del Señorío”, por pertenecer al Duque de Santisteban.
Esta división ha marcado la morfología del casco urbano, con dos zonas diferenciadas: “Ibros del Rey”, en torno al templo parroquial y al Ayuntamiento, con nobles viviendas de sillares y calles empedradas, e “Ibros del Señorío”, barrio pintoresco y popular, que muestra su origen en familias con un nivel económico bajo.
En 1836 fueron rechazadas en Ibros las fuerzas Carlistas que operaban en la Mancha. Su fortaleza fue citada por Sarthou en su obra “Castillos de España”, célebre por sus murallas ciclópeas.
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