Cuatro variedades de aceituna: Picual, la autóctona Royal, Manzanilla y Verdala, dan cuerpo a los aceites de cuya calidad velan dos consejos reguladores de denominaciones de origen: el de la Sierra de Segura y el de Cazorla, con el que se surten los desayunos molineros, esos que se toman sin prisa y sin pausa, empapando con parsimonia el pan en el aceite, y conservando cada cual su esencia mística y mágica, pero sobre todo empapándose de las lejanías próximas de los paisajes serranos. No hay sabores sin paisajes en estas tierras. Y a cada paisaje se le puede rescatar como en un cuento de leyenda un sabor oculto y cautivo.

Los sabores del parque

 

Los aceites armonizan las verduras de sus múltiples pipirranas –ensalada local-: tomates, pepinos, pimientos, cebollas, patatas, judías verdes, habas, espárragos y collejas, pues ha de saberse que la pipirrana es como la verdad, que cada cual tiene la suya y la defiende y adereza como mejor puede. O la joya de todas sus setas: El níscalo, que aquí sus gentes llaman “guízcano”, y que en temporada de lluvias da sabor y presencia a guisos tradicionales como los andrajos -también llamados calandrajos, tallarines, guiñapos o harapos-, o a populares platos como los ajos: el ajo hachero, recia comida con la que se alimentaban en otros tiempos los cortadores de pinos de esta tierra, que fue provincia marítima, y con cuyos árboles se construyeron las flotas de barcos de los califas de Córdoba, y más tarde la de los descubridores de América o de la Armada Invencible. En estas sierras y villas la palabra ajo no siempre hace referencia al popular condimento de la familia vegetal ...

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Guía Gastronómica

La nueva Guía Gastronómica del parque natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, titulada LOS SABORES DEL PARQUE NATURAL es una propuesta de recetas, restaurantes y productos agroalimentarios para entender el parque desde los sabores.