Castillo de Castro Ferral

Monumentos

Puerto del Muradal. 23213, Santa Elena Cómo llegar

Jugó un papel clave en la vigilancia del Paso de la Losa, una de las rutas que en la Edad Media conectaban el Valle del Guadalquivir y La Meseta. Hoy se conservan algunos restos de esta fortaleza enclavada en pleno corazón del Parque Natural de Despeñaperros, en un entorno de gran riqueza ambiental especialmente atractivo para los amantes de la naturaleza y del senderismo. Muy próximo a los restos de este castillo se encuentra el campo de batalla de las Navas de Tolosa y el museo dedicado a este acontecimiento.

Información

Horario

Abierto 24 horas.

Al Castillo de Castro Ferral solo se puede acceder a través de una pista forestal que se puede iniciar en la actual aldea de Miranda del Rey (Santa Elena). El recorrido es fácil de realizar y discurre por un bello paraje. No en vano, nos encontramos en el corazón del Paso de Despeñaperros, en Sierra Morena,  uno de los cuatro parques naturales de la provincia de Jaén que destaca no solo por su riqueza medioambiental, sino también por su importante patrimonio cultural. De hecho, una vez vista la fortaleza, una buena propuesta puede ser aprovechar el viaje para conocer también otros enclaves de especial interés, como el paraje de Los Órganos, donde podremos ver más de quince panales de pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, o el Santuario del Collado de los Jardines o Cueva de los Muñecos, donde fueron hallados numerosos exvotos íberos de bronce. Además, próximo a las ruinas del Castillo se sitúa también el trazado de la primitiva Vía Augusta romana.

Situado sobre las alturas del puerto del Muradal, la importancia de este castillo duró lo que su función como vigía y guarda de una de las rutas entre el valle del Guadalquivir y las llanuras manchegas. Construido por los árabes, hoy podemos visitar uno de los tres recintos de los que constaba: el núcleo central, de forma rectangular, en el que todavía se ven restos de lo que posiblemente fueron aljibes. Del segundo de los recintos se conservan algunos restos, como dos bastiones que, parece, protegían la entrada al castillo, mientras que la línea defensiva que formaba el tercero apenas si es ya apreciable.

El castillo fue escenario de algunos hechos de armas previos a la batalla de las Navas de Tolosa que fueron determinantes para el desenlace de la misma. Ferral era objetivo imprescindible para cualquier ejército que quisiera controlar el paso fronterizo y, de hecho, fue uno de los puntos estratégicos desde donde se inició la conquista del Alto Guadalquivir. Con el traslado de las fronteras a las Cordilleras Béticas, más al sur,  Castro Ferral perdió su relevancia como lugar de vigilancia. Además, su declive no hizo más que acentuarse con la fundación de poblaciones cercanas como Santa Elena, por lo que, finalmente, se decidió derruirlo en parte para evitar que se convirtiera en guarida de salteadores.