Aceite de oliva - Jaén Paraíso Interior

Aceite de oliva
Cultura e historia del aceite
Los primeros documentos escritos sobre el olivo que se conocen son unas tablillas micénicas en barro, procedentes del reinado de Minos (2500 años a. C.) que dan testimonio de la importancia del aceite de oliva para la economía cretense.
Por su parte, los griegos recogieron en su legislación medidas para proteger los olivos y disposiciones para favorecer su plantación y punitivas para quienes los arrancasen. Posteriormente, los romanos fueron grandes consumidores de aceitunas y de aceite de oliva procedentes de Hispania y, más concretamente, de la Bética (actual Andalucía).
Desde la antigüedad, al olivo se le ha considerado en la cuenca mediterránea como símbolo de la paz y de la amistad y a su aceite se le han reconocido virtudes curativas, saludables y religiosas.
No se conoce con precisión la época en que se inició el cultivo del olivo en España, aunque la tesis más aceptada señala a los fenicios o a los griegos como los introductores; no obstante, su culti ...
Los primeros documentos escritos sobre el olivo que se conocen son unas tablillas micénicas en barro, procedentes del reinado de Minos (2500 años a. C.) que dan testimonio de la importancia del aceite de oliva para la economía cretense.
Por su parte, los griegos recogieron en su legislación medidas para proteger los olivos y disposiciones para favorecer su plantación y punitivas para quienes los arrancasen. Posteriormente, los romanos fueron grandes consumidores de aceitunas y de aceite de oliva procedentes de Hispania y, más concretamente, de la Bética (actual Andalucía).
Desde la antigüedad, al olivo se le ha considerado en la cuenca mediterránea como símbolo de la paz y de la amistad y a su aceite se le han reconocido virtudes curativas, saludables y religiosas.
No se conoce con precisión la época en que se inició el cultivo del olivo en España, aunque la tesis más aceptada señala a los fenicios o a los griegos como los introductores; no obstante, su culti ...
Los primeros documentos escritos sobre el olivo que se conocen son unas tablillas micénicas en barro, procedentes del reinado de Minos (2500 años a. C.) que dan testimonio de la importancia del aceite de oliva para la economía cretense.
Por su parte, los griegos recogieron en su legislación medidas para proteger los olivos y disposiciones para favorecer su plantación y punitivas para quienes los arrancasen. Posteriormente, los romanos fueron grandes consumidores de aceitunas y de aceite de oliva procedentes de Hispania y, más concretamente, de la Bética (actual Andalucía).
Desde la antigüedad, al olivo se le ha considerado en la cuenca mediterránea como símbolo de la paz y de la amistad y a su aceite se le han reconocido virtudes curativas, saludables y religiosas.
No se conoce con precisión la época en que se inició el cultivo del olivo en España, aunque la tesis más aceptada señala a los fenicios o a los griegos como los introductores; no obstante, su cultivo alcanzó importancia a partir de la llegada de Escipión (211 a. C.). Durante la era romana, el comercio del aceite obtenido de los olivos de Hispania se extendió por todo el mundo romano occidental. Así lo acreditan los abundantes restos de las ánforas con marca de la Bética, utilizadas para su transporte a lo largo de los grandes ríos europeos: Ródano, Garona, Rin y Alto Danubio.
Sin embargo, la mayor parte del comercio del aceite bético fue controlado y absorbido por la población de Roma. Aún hoy puede visitarse en Roma el monte Testacio que está íntegramente formado por los restos de las ánforas de la Bética, perfectamente reconocibles por su marca de origen, con las que se abastecía de aceite la capital del imperio. Este floreciente comercio del aceite de Hispania provocó la expansión del cultivo del olivar por todo el valle del Betis (actual Guadalquivir), que se extendió hasta las laderas de Sierra Morena. Los molinos de aceite se localizaron en el centro de los bosques de olivos y las industrias de ánforas en las riberas de los ríos (Guadalquivir y Genil, principalmente).
Su importancia también está reseñada durante la dominación visigoda, con un importante avance de la olivicultura; mientras que fuentes árabes muestran la abundancia y extensión de los olivares en todo el valle del Guadalquivir.
La importancia que concede Alonso de Herrera al cultivo del olivo en su “Agricultura General”, pone de manifiesto la gran extensión que ocupaba en la primera mitad del siglo XVI. Así parecen confirmarlo también los numerosos restos de olivares que se encuentran en la actualidad por toda nuestra geografía. La presencia de viejos olivos aislados o de grupos irregulares diseminados, dan testimonio de las antiguas plantaciones.
La construcción de la red de ferrocarriles en el siglo XIX, indujo la extensión del cultivo en las zonas del interior, hasta completar el mapa del olivar en España.
Aceite de Jaén
Indicación Geográfica Protegida “Aceite de Jaén”
El 19 de mayo de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la inclusión de la denominación ‘Aceite de Jaén’ con Indicación Geográfica Protegida en el registro de denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas.
El Aceite de Jaén procede de distintas variedades de aceituna, pueden ser mono varietales o combinando variedades, pero la principal es la aceituna Picual, una variedad autóctona que representa más del 90% de la superficie oleícola de la zona geográfica. Y las variedades secundarias son las autóctonas Manzanilla de Jaén, Royal de Cazorla y Carrasqueño de Alcaudete, y las no autóctonas Hojiblanca, Arbequina y Picudo. El reglamento contempla también que el Aceite de Jaén se obtiene de las aceitunas recolectadas antes del 31 de diciembre y que al menos el 85% de ellas sean de variedades autóctonas.
La mencionada definición del ‘Aceite de Jaén’ es que se trata ...
Indicación Geográfica Protegida “Aceite de Jaén”
El 19 de mayo de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la inclusión de la denominación ‘Aceite de Jaén’ con Indicación Geográfica Protegida en el registro de denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas.
El Aceite de Jaén procede de distintas variedades de aceituna, pueden ser mono varietales o combinando variedades, pero la principal es la aceituna Picual, una variedad autóctona que representa más del 90% de la superficie oleícola de la zona geográfica. Y las variedades secundarias son las autóctonas Manzanilla de Jaén, Royal de Cazorla y Carrasqueño de Alcaudete, y las no autóctonas Hojiblanca, Arbequina y Picudo. El reglamento contempla también que el Aceite de Jaén se obtiene de las aceitunas recolectadas antes del 31 de diciembre y que al menos el 85% de ellas sean de variedades autóctonas.
La mencionada definición del ‘Aceite de Jaén’ es que se trata ...
Indicación Geográfica Protegida “Aceite de Jaén”
El 19 de mayo de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la inclusión de la denominación ‘Aceite de Jaén’ con Indicación Geográfica Protegida en el registro de denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas.
El Aceite de Jaén procede de distintas variedades de aceituna, pueden ser mono varietales o combinando variedades, pero la principal es la aceituna Picual, una variedad autóctona que representa más del 90% de la superficie oleícola de la zona geográfica. Y las variedades secundarias son las autóctonas Manzanilla de Jaén, Royal de Cazorla y Carrasqueño de Alcaudete, y las no autóctonas Hojiblanca, Arbequina y Picudo. El reglamento contempla también que el Aceite de Jaén se obtiene de las aceitunas recolectadas antes del 31 de diciembre y que al menos el 85% de ellas sean de variedades autóctonas.
La mencionada definición del ‘Aceite de Jaén’ es que se trata de aceite de oliva virgen extra obtenido directamente del fruto del olivo (Olea europaea L.), exclusivamente por procedimientos mecánicos, de olivares de la zona geográfica que comprende los 97 municipios de la provincia de Jaén, con una extensión de 13.496 km2.
Todo esto, junto al proceso de elaboración, se deberá ver reflejado en las características del producto final, un AOVE con un alto contenido en ácido oleico y en antioxidantes naturales (principalmente compuestos fenólicos) y bajo contenido en ácido linoleico y palmítico.
En cuanto a las características organolépticas de los aceites de la IGP “Aceite de Jaén” están definidas por aromas a aceituna limpia, sana y fresca, recolectada antes del 31 de diciembre, donde los atributos amargo y picante están marcados.
El Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica Protegida Aceite de Jaén nos ilustra también sobre el proceso de producción y elaboración de este excelso producto, desde la recolección del fruto hasta el embotellado, pasando por el transporte a la almazara, la limpieza y pesaje de la aceituna, el batido, la separación de fases, el almacenamiento, el envasado…
Es el primer AOVE de España con Indicación Geográfica Protegida.
Denominaciones de Origen
En la Provincia de Jaén existen 3 Denominaciones de Origen que certifican la calidad agroalimentaria de sus aceites de oliva: Sierra de Cazorla, Sierra de Segura y Sierra Mágina.
Los aceites de oliva virgen extra certificados por la Denominación de Origen han de cumplir las condiciones recogidas en el pliego publicado por la Unión Europea. Deben proceder de fincas situadas en la comarca, así como elaborarse en menos de 48 horas desde la recolección de la aceituna.
Clasificación de los aceites de oliva
En la almazara, se obtienen distintas calidades en función del estado de los frutos al llegar a la almazara, de la forma de elaborar el aceite y de su conservación.
1. ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA: Es 100% zumo de la aceituna de la mejor calidad. No puede tener ningún defecto en el olor y sabor y su acidez debe ser inferior a 0.8%. Su aroma y sabor reproduce los de las aceitunas de las que procede y contiene íntegros todos los atributos saludables y nutricionales propios de este excepcional producto natural.
2. ACEITE DE OLIVA VIRGEN: Aceite de oliva con ligeros defectos en el olor y sabor. Su acidez puede llegar hasta 2º: Es un aceite de calidad inferior al virgen extra, y aunque también se obtiene directamente de las aceitunas por métodos mecánicos (es zumo de las aceitunas), presenta ligeras alteraciones en sus parámetros analíticos o sensoriales que no permiten clasificarlo en la categoría de "extra".
3. ACEITE DE OLIVA LAMPANTE: Es el aceite de peor calidad, no es apto para el consumo directo porque tiene defectos grandes en el aroma y sabor. Su acidez es mayor del 2%. Necesita pasar por el proceso de refinación para quitarle los defectos sensoriales y la acidez libre. Luego se utiliza para mezclas.
Aceite de Oliva y Salud
(Declaración de Jaén firmada por más de 300 especialistas en Salud en el Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud celebrado en Jaén del 21-23 de octubre de 2004).
La dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen, mejora los principales factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el perfil lipídico, la presión arterial, el metabolismo de la glucosa y el perfil antitrombótico. Además dicha dieta modula positivamente la función endotelial, la inflamación y estrés oxidativo. Algunos de estos efectos se atribuyen a los componentes menores presentes en el aceite de oliva virgen, por lo que en la definición de Dieta Mediterránea debería incluirse dicho alimento.
Diferentes estudios observacionales, realizados en seres humanos, han probado que la grasa monoinsaturada puede proteger del deterioro cognitivo, relacionado con el envejecimiento y con la enfermedad de Alzheimer. Se ha demostrado que los constituyentes minoritarios presentes ...
(Declaración de Jaén firmada por más de 300 especialistas en Salud en el Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud celebrado en Jaén del 21-23 de octubre de 2004).
La dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen, mejora los principales factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el perfil lipídico, la presión arterial, el metabolismo de la glucosa y el perfil antitrombótico. Además dicha dieta modula positivamente la función endotelial, la inflamación y estrés oxidativo. Algunos de estos efectos se atribuyen a los componentes menores presentes en el aceite de oliva virgen, por lo que en la definición de Dieta Mediterránea debería incluirse dicho alimento.
Diferentes estudios observacionales, realizados en seres humanos, han probado que la grasa monoinsaturada puede proteger del deterioro cognitivo, relacionado con el envejecimiento y con la enfermedad de Alzheimer. Se ha demostrado que los constituyentes minoritarios presentes ...
(Declaración de Jaén firmada por más de 300 especialistas en Salud en el Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud celebrado en Jaén del 21-23 de octubre de 2004).
La dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen, mejora los principales factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el perfil lipídico, la presión arterial, el metabolismo de la glucosa y el perfil antitrombótico. Además dicha dieta modula positivamente la función endotelial, la inflamación y estrés oxidativo. Algunos de estos efectos se atribuyen a los componentes menores presentes en el aceite de oliva virgen, por lo que en la definición de Dieta Mediterránea debería incluirse dicho alimento.
Diferentes estudios observacionales, realizados en seres humanos, han probado que la grasa monoinsaturada puede proteger del deterioro cognitivo, relacionado con el envejecimiento y con la enfermedad de Alzheimer. Se ha demostrado que los constituyentes minoritarios presentes en el aceite de oliva virgen son biodisponibles en seres humanos, teniendo capacidad antioxidante y modificando favorablemente la función arterial y la hemostasia, por sus propiedades antitrombóticas.
En países con poblaciones que mantienen la típica dieta mediterránea, y donde el aceite de oliva virgen es la principal fuente de grasa, como ocurre en España, Grecia e Italia, la incidencia de cáncer es menor que en los países del norte de Europa.
El efecto protector del aceite de oliva virgen podría ser más importante en las primeras décadas de la vida, lo que aconseja que su consumo se inicie antes de la pubertad y se mantenga a lo largo de la vida.
Los estudios más recientes apoyan de modo consistente que la Dieta Mediterránea basada en el consumo de aceite de oliva virgen, se acompaña de un envejecimiento saludable y aumenta la longevidad. Sin embargo, a pesar de los significativos avances producidos en los últimos años, se requieren más investigaciones para conocer los mecanismos específicos implicados en dichos efectos, así como la contribución de los distintos componentes de aceite de oliva virgen en sus beneficios.
Beneficios
Los numerosos beneficios de los aceites de oliva vírgenes para la salud no son simplemente una creencia popular, sino que están avalados por decenas de estudios científicos realizados en las últimas décadas por investigadores de países como España, Estados Unidos, Egipto, Canadá, Francia o Italia, que han sido publicados en algunas de las revistas científicas más importantes relacionadas con la salud.
La ciencia ha avalado que el consumo habitual de aceites de oliva vírgenes reduce hasta en un 30% el riesgo de sufrir ictus e infarto de miocardio, ayuda a reducir el colesterol “malo” y aumentan el colesterol “bueno”, protege contra diversos tipos de cáncer, tiene efectos beneficiosos para el hígado, ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas, ayuda a combatir las inflamaciones y es beneficioso para prevenir la diabetes.
El estudio que supuso un salto cualitativo en este aval científico a los aceites de oliva vírgenes fue Predimed. Este gran trabajo científico ha desvelado que la dieta mediterránea, rica en aceites oliva vírgenes, recude el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, infartos de miocardio o ictus. Hablamos de las principales causas de muerte en el mundo occidental, por lo que ha aparecido hasta en el New York Times.
Además, los científicos han demostrado que el aceite de oliva virgen extra es el mejor para freír, pues poseen una excelente estabilidad térmica y oxidativa y, además, transfieren a los alimentos compuestos biosaludables. En contra de la creencia popular, los aceites de oliva vírgenes son un gran aliado para perder peso, ya que son la grasa más saludable y poseen un poder saciante científicamente demostrado.
Diabetes
Los aceites de Oliva Vírgenes reducen hasta un 40% el riesgo de padecer diabetes
Tipo2
La ciencia ha demostrado en los últimos años que el aceite de oliva virgen y virgen extra ayuda a reducir el riesgo de sufrir diabetes, pero también es un alimento que ayuda a paliar los problemas de salud de quienes ya padecen esta dolencia. La diabetes es una enfermedad que afecta al 13% de los españoles mayores de 18 años, lo que equivale a unas 5 millones de personas, según la Fundación para la Diabetes.
Un estudio científico enmarcado en el estudio Predimed confirma que la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra es la que más ayuda a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2, el más común. Este grupo de investigadores publicó un ensayo clínico con 3.541 hombres y mujeres de 55 a 80 años y de alto riesgo cardiovascular, todos ellos inicialmente libres de diabetes. Este estudio permitió comprobar que, con una intervención dietética para promover la adherencia a la dieta mediterránea (rica en aceite de oliva virgen, frutos secos, verduras, frutas, pescado, vino tinto y legumbres, pero restringida en carnes rojas y postres azucarados), se obtenía una reducción de hasta el 40% en el riesgo de desarrollar diabetes.
Cáncer
Los aceites de oliva vírgenes protegen contra el cáncer
Múltiples estudios científicos demuestran que el consumo habitual de aceites de oliva vírgenes ayuda a prevenir ciertos tipos de tumores. Para empezar, el estudio Predimed ha revelado que pueden ayudar a reducir un 68% el riesgo de sufrir cáncer de mama.
Los responsables de estos efectos están siendo estudiados por diferentes equipos de investigación. Uno de los estudios más recientes en este campo ha sido dirigido por José Juan Gaforio, director del congreso O_LIVE y catedrático de Inmunología de la Universidad de Jaén. Esta investigación demuestra la actividad antitumoral de un fitoestrógeno (pinoresinol) que se encuentra presente en los aceites de oliva vírgenes.
Su efecto se ha demostrado en células tumorales de cáncer de mama humanas.
Además, la Universidad de Quebec en Montreal ha demostrado que los polifenoles del aceite de oliva virgen extra tienen la capacidad de retardar la progresión tumoral. Otro estudio de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey (EE UU) y del Hunter College de Nueva york (EE UU) apuntó que un componente del aceite de oliva virgen extra es capaz de destruir las células del cáncer sin dañar las células sanas del ser humano.
Finalmente, un estudio de la Universidad de Edimburgo publicado en la revista Journal of Molecular Biology manifiesta que un compuesto del aceite de oliva podría ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer cerebral.
Enfermedades cardiovasculares
La dieta mediterránea con aceite de oliva virgen puede reducir hasta un 30% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos (nueces, avellanas y almendras) permite reducir hasta en un 30% el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares mayores (infarto de miocardio, ictus o muerte por causa cardiovascular) en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Esta es la principal conclusión del estudio español Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea).
En el estudio, se incluyeron un total de 7.447 personas asintomáticas con alto riesgo cardiovascular. Tras cinco años de seguimiento, se observó que aquellos participantes que habían realizado una dieta mediterránea suplementado con aceite de oliva virgen extra vieron reducido el riesgo de ictus en un 33%, el de infarto un 20% y el de muerte de origen cardiovascular un 31%.
Enfermedades hepáticas
El aceite de oliva virgen tiene efectos beneficiosos en el hígado
Varios estudios científicos dados a conocer en los últimos años han puesto en evidencia que el consumo habitual de aceites de oliva vírgenes ayuda a mantener el hígado sano y previene la aparición de enfermedades hepáticas.
Una de estas investigaciones se centró en sustancias a las que los humanos estamos expuestos de forma cotidiana, como al aluminio o la acrilamida, que se forma al calentar ciertos alimentos por encima de determinadas temperaturas. Está presente en las patatas fritas, galletas dulces, cereales de desayuno o el pan y se asocia al cáncer, entre otras enfermedades. Al estar expuestos cotidianamente a ambas sustancias al mismo tiempo, sus acciones perjudiciales se potencian, por ejemplo, causan daños, tanto morfológicos como funcionales en el hígado.
Un reciente artículo científico ha estudiado el efecto combinado de ambas sustancias en ratas y, si la ingesta diaria de AOVE, podría prevenir sus efectos perjudiciales. Los resultados obtenidos demuestran que el consumo diario de AOVE es capaz de prevenir el daño hepático inducido por la acción combinada de la acrilamida y el aluminio.
Otro estudio, realizado por científicos de la Universidad de Granada, ha demostrado que el consumo de aceite de oliva virgen protege al hígado. Los investigadores compararon en ratas los efectos que provoca el consumo de tres tipos distintos de grasa: el aceite de girasol, el aceite de pescado y el aceite de oliva virgen.
Los resultados obtenidos indican que el consumo prolongado a lo largo del tiempo de aceite de girasol o de pescado afecta de forma negativa al hígado y provoca una seriede alteraciones que pueden desencadenar en esteatohepatitis no alcohólica (Ehna).
Sin embargo, la grasa que mejor preservó el hígado a lo largo de la vida fue el aceite deoliva virgen.
Dieta equilibrada
El debate no es si hay que consumir grasas o no, ya que son necesarias para absorber las vitaminas A, D, E y K. La cuestión es elegir la grasa más saludable: los aceites de oliva vírgenes
Existe una creencia popular muy extendida de que todas las grasas son perjudiciales para la salud. Nada más lejos de la realidad. Según las investigaciones científicas publicadas en los últimos años, las grasas son necesarias para poder tener una dieta equilibrada, aunque para ello hay que optar por las grasas que sean más saludables. En resumen, las grasas son necesarias, pero no cualquier tipo de grasa.
Las dietas bajas en grasas han favorecido el aumento del consumo de hidratos de carbono refinados lo que ha provocado un aumento del sobrepeso y obesidad en la población. Además, este tipo de alimentación lleva a una mayor incidencia de enfermedades como la diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.
¿Dónde estamos ahora? Se ha llegado al convencimiento que no todas las grasas son iguales: las hay saludables y otras no tanto. Los expertos aconsejan consumir grasas saludables como los aceites de oliva vírgenes; limitar el consumo de grasas saturadas y evitar en lo posible, las grasas trans. De igual forma, recomiendan limitar la ingesta de hidratos de carbono simples y priorizar los carbohidratos complejos.
Las grasas son necesarias porque son imprescindibles para que el cuerpo pueda absorber las vitaminas A, D, E y K, que son solubles en grasa. No hablamos de vitaminas cualquiera, ya que la vitamina A es una gran aliada de nuestra vista, la D ayuda a tener los huesos fuertes, la E protege a las células y tejidos de lesiones y la K ayuda a la coagulación de la sangre.
Los aceites de oliva vírgenes pueden ser el gran aliado para perder peso.
Uno de los bulos más extendidos sobre el aceite de oliva es que se trata de un alimento que hace que las personas engorden por tratarse de una grasa.
Evidentemente, las grasas engordan, pero no todas son iguales y, con un consuno moderado, los aceites de oliva vírgenes se muestran saludables y hasta tienen un poder saciante demostrado científicamente.
De hecho, se han realizado varios estudios científicos que dejan claro que su consumo diario puede ayudar a perder peso. Por ejemplo, una investigación de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra demostró que la inclusión del aceite de oliva virgen extra en la dieta favorece la reducción de peso corporal. Otro estudio llevado a cabo por científicos norteamericanos determinó que el ácido oleico se convierte en la hormona OEA (oleiletanolamida) que produce sensación de saciedad en el cerebro.
El aceite de oliva tiene una mayor capacidad para saciar el apetito que otras grasas vegetales, lo que hace que se ingieran menos calorías que si usamos otras grasas. Por esto, numerosas dietas elaboradas por nutricionistas y médicos para perder peso incluyen los aceites de oliva vírgenes entre sus alimentos principales.
Colesterol
Los aceites de oliva vírgenes ayudan a mantener a raya el colesterol
El aumento de colesterol y de triglicéridos en sangre son factores que suponen un riesgo para la salud humana. Su origen está asociado principalmente a una alimentación inadecuada, rica en grasas poco saludables, junto con la inactividad física. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, las enfermedades del sistema circulatorio representan la primera causa de muerte en España.
Los aceites de oliva vírgenes son protectores de la salud cardiovascular y aumentan el colesterol “bueno”, como se ha demostrado en diferentes investigaciones, como la realizada en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas de Barcelona, dónde comprobaron que el consumo habitual de aceites de oliva vírgenes, ricos en compuestos fenólicos, aumenta el nivel de HDL (llamado también colesterol bueno) en el organismo.
Enfermedades neurodegenerativas
Los aceites de oliva vírgenes protegen contra enfermedades neurodegenerativas
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Temple (EE UU) y Publicado en la revista “Annals of Clinical and Translational Neurology”, demuestra Que el consumo de aceite de oliva virgen extra protege la memoria y al cerebro de la Enfermedad del Alzheimer. Los científicos comprobaron en ratones que, el consumo De AOVE protege la capacidad de aprendizaje y disminuye la formación de placas debeta-amiloide y de ovillos neurofibrilares de proteína tau en el cerebro, marcadores Clásicos de la enfermedad de Alzheimer.