Cuando entramos al interior de esta iglesia nos llama la atención la amplitud otorgada por las grandes naves diáfanas, las cuales son sustentadas unos machones de sección cuadrada, todo ello dispuesto de forma ordenada y dando un carácter armonioso a toda la construcción interior.

Otro de los aspectos más destacados es el cuerpo de la iglesia compuesto por tres naves de tres tramos cada una y con idéntica altura, las cuales albergan bóvedas esféricas en advocación a Santiago Apóstol. Conforme entramos por la entrada principal, a nuestra izquierda nos encontramos con un coro en alto sobre bóvedas de arista, bajo el cual se encuentra la pila bautismal.

Otro de los aspectos más destacados de esta iglesia son los retablos, los cuales fueron creados tras la Guerra Civil. El retablo situado en el altar mayor está realizado por Francisco Cerezo, pintor jiennense nacido en Villargordo. Pero también podemos encontrar una imagen de San José, cuyo autor es desconocido y una imagen de la Virgen de los Dolores, que como se ha comentado anteriormente es sacada en procesión durante el Viernes Santo.