Castillo de Segura de la Sierra

Calle Castillo. 23379, Segura de la Sierra Cómo llegar

El castillo de Segura de la Sierra es uno de los enclaves más atractivos del Parque Natural por su mágico emplazamiento, coronando el alto cerro donde se asienta el pueblo y atrayendo como un imán la mirada desde que se entra en la comarca. Alberga el Espacio Temático del Territorio de Frontera. En sus estancias te sumergirás en la vida y la historia medievales y, desde sus almenas, podrás contemplar en toda su amplitud dos mundos que se entrelazan de manera fecunda: los pueblos y olivares de las zonas bajas y los grandes bosques de las montañas circundantes, presididas por El Yelmo.

 

Información

Horario

Del 1 de mayo al 31 de octubre: de martes a domingo, de 10:30 h. a 14:00 h. y de 17:00 h. a 20:30 h.
Del 1 de noviembre al 30 de abril: de martes a domingo de 10:00 h. a 14:00 h. y de 16:00 h. a 18:30 h.

La fortaleza de Segura de la Sierra, construida por los almohades sobre los restos de una antigua atalaya de época romana, fue conquistada por los cristianos a mediados del siglo XIII d. C. Profundamente transformada por la Orden de Santiago, se situó en el castillo el centro mismo de la Encomienda de Castilla; llegando a ser residencia del Gran Maestre de la Orden de Santiago en el último cuarto del siglo XV d. C.

Fue el eje de una de las entidades territoriales y jurisdiccionales más importantes de Castilla en el transcurso de los siglos XIII d. C. al XV d. C. por su privilegiado enclave fronterizo; siendo el territorio frontera natural y cultural, entre las culturas musulmana y cristiana. Cuando hablamos de frontera lo hacemos, no sólo en sentido espacial, sino también temporal; ya que a la delimitación geográfico-política-cultural se añade que, durante el siglo XV d. C. se produjo el tránsito entre la Edad Media y la Edad Moderna, fractura que ocasionó cambios de mentalidad de gran calado en la constitución de la sociedad moderna.

En Segura vivió desde que era niño el poeta Jorge Manrique -su padre, Don Rodrigo de Manrique, fue comendador de Segura- y aquí escribió buena parte de su obra. Este pueblo fue también lugar de inspiración para Francisco de Quevedo, del que cuentan incluso mantuvo un amancebamiento con una joven. La visita al castillo incluye la Torre de Entrada, el Patio de Armas, los Baños árabes, la Torre del Homenaje, la Capilla, el Aljibe, el Refectorio y los Adarves.

La Torre de Entrada en forma de codo, era un tipo de defensa muy habitual ya que el atacante debía superar dos puertas, en lugar de una, para poder acceder a la fortaleza. Sobre la torre, existía un habitáculo (hoy el centro de recepción de visitantes) que servía de cocina y dormitorio.

El Patio de Armas, centro de la vida cotidiana del castillo, poseía una serie de dependencias de uso a modo de soportales con entresuelo: almacenes, fragua, hornos, tahona, etc. La edificaciones estaban realizadas con madera, teja, cal y canto.

Los Baños Árabes: a diferencia de los cristianos, los musulmanes; muy preocupados por la higiene personal, poseían una importante red de baños públicos. Estos baños de vapor poseían no sólo una razón higiénica sino también social, siendo lugares de encuentro. La existencia de un baño en el Castillo durante la fase islámica indica que se trataba de la residencia de un importante señor; así lo demuestran los restos de ricos adornos encontrados en la excavación.

La Torre del Homenaje, de 18,43 metros, era el edificio de mayor envergadura de la fortaleza; con tres platas y una terraza, era la última línea de defensa de la fortaleza. Realizado en mampostería, exceptuando los arcos de medio punto de puertas y ventanas (de ladrillo).

La Capilla de la fortaleza era un lugar de vital importancia dentro de la vida cotidiana de la fortaleza, pues no hemos de olvidar que la Orden de Santiago era una institución religiosa aunque se ocupasen de otros asuntos. La construcción es de estilo mudéjar, fechado en el siglo XIII a. C., aunque sufrió diferentes reformas a lo largo de los siglos.

Aljibe: la ubicación del castillo lo confería en prácticamente inexpugnable, es por ello que prácticamente la única forma de rendirlo era mediante la sed o el hambre. Debido a esto era primordial poseer un lugar donde recoger y almacenar agua. Este aljibe fue mandado construir por la Orden de Santiago.

El refectorio o comedor del castillo es una construcción anómala debido al mal ajuste de la sala respecto con las dos torres (la de la entrada y la del ángulo noroeste). Es muy probable que el techo original fuese más alto que el actual; hipnotizándose la teoría de que durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) se reacondicionó la estancia como polvorín.

Por último, el Adarve o el Camino de Ronda, que recorre el perímetro del castillo (excepto la Torre del Homenaje). La principal función del adarve era la de proporcionar protección a los defensores en caso de ataque.

Te sugerimos…

  • Escuchar detenidamente el impresionante monólogo de don Rodrigo Manrique –o, mejor dicho, de su sombra.
  • Recorrer tranquilamente todo el contorno del cerro del castillo, donde verás ver restos de antiguas murallas y edificaciones como la Torre de Góntar, el Pozo de la Nieve y la Torre del Agua, además de gozar de excelentes vistas en todo momento.
  • Pasear por el entorno del castillo con las primeras y las últimas horas del día, ya que en esos momentos es frecuente ver cabras monteses.

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