Puente sobre El Guadalimar
Parajes singulares
, La Puerta de Segura
Este era un punto de paso de algunas de las muchísimas maderadas que a lo largo de los siglos han conducido la madera de los bosques del Parque Natural hacia Sevilla y otros lugares, para la construcción de barcos y grandes edificios civiles y religiosos, por lo que muchos hechos históricos que conocemos no habrían sido posibles sin la pequeña historia de las maderadas.
El trabajo de los pineros, llamados gancheros en otras zonas, era duro y peligroso. Podemos imaginar en la plaza del pueblo el grupo de pineros con ganchos y otros pertrechos para iniciar la conducción. El grupo sería muy grande, más de cincuenta personas, y a veces varios cientos. Había algunos niños para aprender el oficio, mulos, perros y los objetos imprescindibles para una travesía de varios meses de duración.
A la hora de organizar la conducción el responsable era el maestro de río, la persona que con su experiencia había adquirido esa condición y ello le permitía ir junto al mayoral de la delantera al frente de conducción. Junto a este mayoral había otros dos en el centro y en la zaga, y su misión era dirigir el trabajo de las cuadrillas de pineros.
El maestro de río era el que decidía si era necesario hacer algún encauzamiento u otro tipo de obra hecha con la misma madera para facilitar la conducción y el transporte de las piezas por el río.
Debemos pensar en unas duras condiciones de vida para unas gentes que pasaban gran parte del año fuera de sus casas y que esta actividad constituía la única forma de ganarse la vida. En la actualidad se realiza una exhibición anual de conducción de madera en Yeste (Albacete) y otra de hacheros segureños en Siles.
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