Santuario de Cuadros

JV-3222,. 23537, Bedmar y Garcíez Cómo llegar

Ya en las Relaciones de Felipe II, de 1575, se cita la gran devoción que en la comarca se sentía por la Virgen de Cuadros cuyo santuario, a cinco kilómetros de Bedmar, se levantó en 1615 formando conjunto con un torreón y un molino medievales. 

u aspecto exterior es poco estilizado pero vistoso por sus contrastes volumétricos. Realizado en mampostería, la portada enmarcada por cornisa moldurada abre con arco de medio punto sobre impostas con trasdós y enjutas lisos. En su eje se levanta una elevada espadaña de dos cuerpos, el inferior con dos arcos también de medio punto y el superior con uno, frontón triangular y jarroncillos. Conserva despiezada otra portada en piedra labrada que perteneció al palacio del Marqués de la Cueva. 

Su planta es rectangular y consta de una sola nave cubierta con falsa bóveda de cañón de yeso, con falsos arcos fajones que se apoyan en pilastras arquitrabadas. Tanto la nave como el presbiterio –al que se accede por un arco toral rebajado y se cubre con bóveda de media naranja sobre pechinas– están decorados con motivos geométricos y temáticas vegetales. El coro se sitúa a los pies y lo sostienen dos columnas con zapatas. El camarín tiene planta poligonal, se construyó a principios del XVIII y ha sufrido distintas reformas y modificaciones. 

Es posible que la devoción a la Virgen de Cuadros se remonte a la Edad Media como corresponde a una comarca muy activa militarmente en la conquista cristiana y con una actividad primordialmente agrícola. El relanzamiento de su culto se basó en el modelo de religiosidad popular promovida por el Concilio de Trento y en la política eclesiástica llevada a cabo en la provincia por el obispo Dávila. La importancia tanto procesional como de reclamo de peregrinación de romeros del Santuario de la Virgen de Cuadros supera su valor artístico y monumental.