Los paisajes del sendero GR 247 Bosques del Sur

El Sendero GR 247 Bosques del Sur recorre una sobrecogedora extensión de territorios montañosos y agrestes donde la escasa huella humana está integrada en el paisaje, y donde también se disfruta del ambiente familiar y acogedor de sus blancas aldeas, de la transparencia de sus ríos y arroyos y de sus amables lomas olivareras. En las Sierras recorridas por el Sendero se funden el luminoso azul de los cielos mediterráneos, el blanco de la nieve en las cumbres y el verde de la mayor masa boscosa de España. Esta portentosa combinación de luz, alta montaña, grandes bosques y pequeñas aldeas no se da en ningún otro lugar de España.

Un relieve abrupto y poderoso

A través del Sendero GR 247 Bosques del Sur se descubre uno de los conjuntos montañosos más importantes de la península ibérica. La mayor parte de los pueblos se sitúan entre los 700 y los 1000 metros de altitud. Más de la mitad de la superficie del Parque se encuentra entre los 1000 y los 1500 metros de altitud, pero hay cumbres que se disparan por encima de los 2000 metros, como el pico Cabañas (2028 metros), el Alto de la Cabrilla (2039 m) y el pico Empanadas (2107 metros), que es el punto más elevado del Parque. Entre medias, más de cincuenta cumbres superan los 1600 metros de altitud.

Este conjunto se dispone en abruptas alineaciones de dirección nordeste-suroeste, que en ocasiones se entrecruzan y que suelen estar separadas por hondos valles labrados por los ríos, flanqueados por rotundas escarpaduras rocosas.

El este del Parque Natural es la parte más montañosa. En la zona nordeste se descubren nume ...

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Arquitecturas naturales

Recorriendo el GR 247 sorprenden las sugerentes formas que exhiben muchas de las formaciones rocosas de estas Sierras. Las rocas, al ser calizas, no reaccionan de manera uniforme a la acción del agua, sino que sus distintas partes ofrecen una resistencia desigual, configurando caprichosos perfiles y arquitecturas naturales propias del paisaje cárstico. Impactan los picones, que son grandes rocas en forma de aguja o de torreón, las muelas y castellones, rocas verticales de cumbre plana, y los poyos, colosales bloques de piedra de contornos horizontales que coronan algunas montañas.

Otras formaciones muy características son las tobas, bellísimas placas de cal que sedimenta bajo el agua en cascadas y paredones rezumantes. Los suelos rocosos están a veces densamente esculpidos por el agua, formando laberínticas redes de grietas, hendiduras y depresiones. Son los l ...

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El paisaje vegetal

Ante todo, este Parque Natural es un inmenso pinar. Pero, como se aprecia a lo largo del Sendero Bosques del Sur, es un pinar variado, diverso, donde los pinos, de diferentes especies y tamaños, se mezclan armónicamente con otros muchos árboles y arbustos. Aquí apenas se encuentran esas monótonas plantaciones de pinos que parecen clonados, como columnas sobre suelos carentes de vegetación.

Los tres pinares…

Según se asciende en altitud por el Sendero, aparecen pinos carrascos, negrales y laricios. De estos últimos, el Parque Natural se enorgullece de tener los mejores bosques de España. Con sus troncos derechos de corteza blanquecina, estos grandes pinos son los amos del paisaje en las zonas altas. Más arriba aún, las cumbres son el espacio de la roca y las grandes panorámicas.

Por debajo de la ancha franja del pinar, el paisaje ha sido armónicamente humanizado por la implantación de olivares ...

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La huella humana

Si algo caracteriza al mayor espacio natural protegido español es lo discreto de la impronta que el ser humano ha dejado en su paisaje a lo largo de los siglos. Pero esa traza está ahí, casi siempre para bien.

El olivar

La mayor parte de la huella humana en el interior del Parque Natural se aprecia en la zona norte, es decir, en la comarca de Segura. En las partes más bajas el GR 247 atraviesa olivares que trepan por las laderas, con numerosas manchas de bosque y matorral intercaladas. El olivar es la base de la economía del Parque y de su extensa zona de influencia, y elemento clave de su paisaje, de su cultura y de la vida cotidiana de sus gentes. En realidad, es un bosque aclarado que, aunque artificial y carente de la estructura y la diversidad de los bosques naturales, constituye un complejo agrosistema donde están presentes muchas especies de plantas y animales

Los pastos de montaña

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