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Ruta del Aceite (Primera jornada)

La ruta parte de Martos, la plaza de la Cruz del Lloro es una buena referencia para abandonar sin dificultades el casco urbano

Dificultad

Baja

DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS)

14 km.

TIEMPO DE MARCHA ESTIMADO

2 horas, 30 minutos

DESNIVEL

280 m.

280 m.

DIFICULTAD. VALORACIÓN SEGÚN MÉTODO MIDE

0

MEDIO.

Severidad del medio natural

0

Irinerario

Orientación en el itinerario

0

Desplazamiento

Dificultad en el desplazamiento

0

ESFUERZO.

Cantidad de esfuerzo necesario

ÉPOCA DEL AÑO

Todo el año

SEÑALIZACIÓN

TÉRMINOS MUNICIPALES POR LOS QUE DISCURRE

Martos Sierra Sur

RECOMENDACIONES

Esta primera etapa no presenta dificultad alguna. Solo habrá que guardar fuerzas para las rampas del final. El vado del arroyo Salado está reforzado con cemento. Cualquier época del año es buena para emprender la ruta, la fiesta de la aceituna que se celebra en Martos el 8 de diciembre puede ser un buen pretexto.

DESCRIPCIÓN

A continuación la avenida de Los Olivares lleva a las afueras de la ciudad, cruza la nueva circunvalación y sigue de frente por un carril asfaltado. En los próximos kilómetros se rodará a través de la vasta campiña olivarera que rodea Martos. La ruta, siempre señalizada, no da lugar a dudas. Después de haber dejado a la izquierda otros dos carriles asfaltados y haber atravesado las vías del antiguo ferrocarril del aceite, se alcanza un cruce (km. 5,3). Recto se comienza a descender hacia el arroyo Salado, y se divisa la impresionante estructura metálica del antiguo viaducto del tren del aceite que salva el primer barranco. La ruta lo hará un poco más adelante por un vado cimentado, tras haber transitado un trecho por las márgenes del arroyo. Enseguida no queda más remedio que afrontar una cuesta muy empinada, que se suaviza nada más volver a cruzar la plataforma del ferrocarril.

En la siguiente bifurcación se tira a mano izquierda para enlazar, poco después, con la carretera a Las Casillas (km. 8,7). Durante poco más de un kilómetro se circula por la comarcal que apenas soporta tráfico. En mitad de una cuesta se coge a la derecha un carril de tierra (km. 10), que después de un corto repecho desciende en dirección a una cantera y enseguida hasta el mismo pie del castillo Víboras, situado sobre un afilado promontorio rocoso. A la izquierda el carril conduce a Las Casillas bordeando lo que en un futuro será un embalse. Una oleada de suaves colinas sometidas a la estricta geometría olivarera rodea Martos. Más allá, estas mismas lomas se elevan, los barrancos se ahondan y entonces el paisaje se embravece.

Las sierras de la Caracolera, de moderada opulencia, y Ahillos, de aspecto más afilado, truncan el horizonte hasta casi los 1.500 metros. Los obstinados olivos rozan sus cimas, mientras que a sus pies discurre la ruta del aceite. El camino saborea primero la dulzura de la campiña jiennese, luego se aventura a través del accidentado barranco del Salado y por último se detiene ante el agreste murallón orográfico serrano.