Este municipio forma parte de:

Sorihuela de Guadalimar
Sorihuela de Guadalimar es un pequeño municipio que pertenece a la comarca de Las Villas y que se encuentra entre las comarcas de La Loma y de El Condado. El municipio cuenta con un enclave territorial, en pleno corazón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Limita con los municipios vecinos de Chiclana de Segura, Beas de Segura, Villanueva del Arzobispo y Castellar. El enclave que forma parte del municipio se encuentra insertado entre los términos municipales de Beas de Segura, Hornos de Segura y Villanueva del Arzobispo, como territorio forestal que históricamente garantizó el abastecimiento de madera y pastos a los habitantes de Sorihuela de Guadalimar. Este factor hace que aún estando su núcleo principal fuera del espacio protegido, en realidad este municipio sí tenga presencia en el parque natural.
La superficie forestal representa la mitad de su extensión municipal, concentrándose en el mencionado enclave. Las tierras de cultivo, con el olivar como cultivo dominante, se sitúan en el sector principal del término municipal, situado entre la comarca del Condado en Sierra Morena y las zonas llanas de la comarca de la Sierra de Segura.
La actividad económica de la localidad se sustenta en la olivicultura, en la industria almazarera y en el turismo, ya que parte de su término pertenece al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Entre las joyas arquitectónicas de Sorihuela de Guadalimar, destacan la Iglesia Parroquial de Santa Águeda del siglo XVI y de estilo renacentista, y el Castillo, este, de origen árabe, erigiéndose en una mesetilla del núcleo urbano.
Información
Zona turística: Sierras de Cazorla, Segura y las Villas
Distancia a la capital (km): 115
Altitud sobre el nivel del mar (m): 638
Extensión (Km2): 55
N° de Habitantes: 1.269
Gentilicio: Sorihueleños
Código postal: 23270
https://admin.dipujaen.es/municipios/Sorihuela-del-Guadalimar/turismo.html
Cultura
- Iglesia Parroquial de Santa Águeda. Es de estilo renacentista con formas simples y sencillas y está bajo la advocación de la Patrona de la localidad, Santa Águeda. Se inició su construcción en 1571, sobre ruinas de otro templo ya existente. La planta es de cajón, es decir consta de nave única, cubierta con una armadura de madera, según la tradición mudéjar. La capilla mayor es de base rectangular, se accede a ella por una escalinata y a través de un gran arco de medio punto. Otra parte que tiene especial interés es la Torre del campanario, diseño de Andrés de Vandelvira. Se estructura en tres cuerpos, separados por cornisas, y el de las campanas cubierto con cúpulas de media naranja. La fábrica de todo el edificio es de sillería. Destaca también la magnífica imaginería, sobresale la talla de Santa Águeda del siglo XVI y una talla de Jesús Crucificado de la misma época.
- Torreón árabe: Fue construido en el año 886. Y la finalidad era fortificar la margen izquierda del río Guadalquivir, y al mismo tiempo que sirviera de avanzada a la fortaleza de Iznatoraf. El castillo, del que permanece en pie una sola torre, se eleva sobre una estructura rocosa y a cuyo pie se extiende el pueblo.
- Ermita de Santa Quiteria. De construcción antiquísima, ya en 1.511 ...
Cultura
- Iglesia Parroquial de Santa Águeda. Es de estilo renacentista con formas simples y sencillas y está bajo la advocación de la Patrona de la localidad, Santa Águeda. Se inició su construcción en 1571, sobre ruinas de otro templo ya existente. La planta es de cajón, es decir consta de nave única, cubierta con una armadura de madera, según la tradición mudéjar. La capilla mayor es de base rectangular, se accede a ella por una escalinata y a través de un gran arco de medio punto. Otra parte que tiene especial interés es la Torre del campanario, diseño de Andrés de Vandelvira. Se estructura en tres cuerpos, separados por cornisas, y el de las campanas cubierto con cúpulas de media naranja. La fábrica de todo el edificio es de sillería. Destaca también la magnífica imaginería, sobresale la talla de Santa Águeda del siglo XVI y una talla de Jesús Crucificado de la misma época.
- Torreón árabe: Fue construido en el año 886. Y la finalidad era fortificar la margen izquierda del río Guadalquivir, y al mismo tiempo que sirviera de avanzada a la fortaleza de Iznatoraf. El castillo, del que permanece en pie una sola torre, se eleva sobre una estructura rocosa y a cuyo pie se extiende el pueblo.
- Ermita de Santa Quiteria. De construcción antiquísima, ya en 1.511 ...
Cultura
- Iglesia Parroquial de Santa Águeda. Es de estilo renacentista con formas simples y sencillas y está bajo la advocación de la Patrona de la localidad, Santa Águeda. Se inició su construcción en 1571, sobre ruinas de otro templo ya existente. La planta es de cajón, es decir consta de nave única, cubierta con una armadura de madera, según la tradición mudéjar. La capilla mayor es de base rectangular, se accede a ella por una escalinata y a través de un gran arco de medio punto. Otra parte que tiene especial interés es la Torre del campanario, diseño de Andrés de Vandelvira. Se estructura en tres cuerpos, separados por cornisas, y el de las campanas cubierto con cúpulas de media naranja. La fábrica de todo el edificio es de sillería. Destaca también la magnífica imaginería, sobresale la talla de Santa Águeda del siglo XVI y una talla de Jesús Crucificado de la misma época.
- Torreón árabe: Fue construido en el año 886. Y la finalidad era fortificar la margen izquierda del río Guadalquivir, y al mismo tiempo que sirviera de avanzada a la fortaleza de Iznatoraf. El castillo, del que permanece en pie una sola torre, se eleva sobre una estructura rocosa y a cuyo pie se extiende el pueblo.
- Ermita de Santa Quiteria. De construcción antiquísima, ya en 1.511, se cita entre las ermitas de Iznatoraf, municipio del que en su día obtuvo la independencia. Es la copatrona de Sorihuela y se encuentra a tres kilómetros del casco urbano, en el paraje denominado “Cerrico Pelón”. Tiene una sola nave y carece de valor arquitectónico debido a las numerosas reformas que ha sufrido.
- Plaza de los Caños. Tienen sus siete caños distinto caudal y por la razón de origen, pues la procedencia del agua de los cuatro de la izquierda está en la huerta de Moscoso, los tres caños de la derecha se surten de la parte alta de la calle Mina. Su amplitud y buena situación hacen de esta plaza punto de referencia y orientación para los propios y extraños, no en vano convergen en ella nada menos que siete calles.
Naturaleza
Sorihuela de Guadalimar es un municipio repartido en dos realidades. Su término de hecho está separado en dos partes. Allí donde se extiende la villa, Sorihuela mira a la comarca de El condado, mientras que en otro buen trozo del término municipal queda dentro de Las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Por su término discurren los ríos Guadalimar y Guadalquivir, así como diversos arroyos. Tiene en su entorno próximo las siguientes alturas: Albercones (1.064 m.), Sima (1.063 m.), Muela de Chiclana (1.043 m.) e Iznatoraf (1.031 m.)
Es una de las localidades donde la vegetación cuenta con una mayor variedad, junto a las especies propias de la alta montaña, como el pino laricio o el acebo, conviven con otras especies que se desarrollan a menor altura, tales como el pino negral, el tejo o el boj y con las que se desarrollan en la zona de más baja: roble melojo, la encina, coscoja, olivos, y otras plantas endémicas y aromáticas.
A esta vegetación le añadiremos la que se desarrolla en las riberas de los ríos: chopos, sauces, mimbreras, taráis… La fauna, en consonancia con la variedad vegetal y los numerosos hábitats que hay en el término, también es abundante y diversa.
A las rapaces de las montañas, águilas, quebrantahuesos, buitres leonados, se unen las especies cinegéticas, tanto las de caza mayor, ciervo, muflón, jabalí; como las de caza menor, conejo, liebre, perdices, codornices …
Sin olvidarnos de las aves típicas del olivar, que o viven en él, o se alimentan en los desplazamientos migratorios: curruca, verderón, zorzal, petirrojo… Ni dejar de citar la fauna propia de los ríos de aguas cristalinas en sus cursos altos: trucha, barbo, nutrias… Así como reptiles y anfibios (salamandras, por ejemplo).
Todo un mundo privilegiado donde la naturaleza es el atractivo principal de estas tierras. Nada mejor que descubrirla en alguno de los múltiples parajes que hay en término municipal, señalaremos los siguientes:
- Cañada de los Caballeros. Este enclave que se extiende a lo largo del arroyo de los Caballeros ofrece bellas panorámicas del parque natural, destacando la vegetación típica ribereña que rodea al arroyo. Se encuentra al este de la localidad en pleno parque natural, a 50 km. del casco urbano.
- El Rayo. El paisaje del entorno es de gran belleza, siendo un buen punto de partida para realizar excursiones por el interior del Parque.
- Hoya de los Trevejiles. Se trata de una casa forestal, que es a su vez, el punto de partida ideal para realizar distintas rutas naturales por el interior del parque y descubrir a fondo la Sierra de Segura y la Sierra de Las Villas.
Fiestas y Eventos
Los sorihueleños esperan con ilusión la llegada, entre otras, de las siguientes fiestas:
- Santa Águeda, 4 y 5 de febrero. Es la patrona de Sorihuela de Guadalimar, y con esta festividad recuerda el 5 de febrero de 1.235, día en que la localidad fue conquistada a los musulmanes. Los cultos empezarán el 27 de enero en la parroquia con la novena a la Santa, en la que cada día está dedicado a un grupo de personas (niños, jóvenes, ancianos, emigrantes, catequistas…) Siendo muchos los actos con los que los sorihueleños homenajean a su patrona: una gran hoguera, recitado de poesías por los niños, canciones, concursos… Es mucha la devoción que se siente en la localidad por Santa Águeda, la abogada de las enfermedades de los pechos de las mujeres. Es costumbre repartir las rosquillas de pan en los días de la novena, llamadas popularmente “caridad”. Estas rosquillas se guardan y se toman cuando uno está enfermo.
- Romería de Santa Quiteria. El último fin de semana del mes de mayo se celebra la Romería de Santa Quiteria, Copatrona de Sorihuela y patrona de los campos de la cañada en la ermita que lleva su nombre, a 3 km. de la localidad en el lugar llamado “Cerrico Pelón”. El domingo por la tarde, la imagen es procesionada hasta el puente sobre el río Guadalimar.
- Ferias y Fiestas de agosto, entre el 20 y 24 de agosto. Aunque están destinadas a venerar a Santa Águeda, también es un guiño a los emigrantes que vuelven estos días a su pueblo de nacimiento. Las fiestas comienzan con el tradicional pregón y no faltarán los característicos encierros de vaquillas.
- Costumbres: Una costumbre muy arraigada es la de “pedir los higos” en la noche de Nochebuena. Los niños van de casa en casa cantando y pidiendo los higos, aunque recogerán otros dulces que les den o algunas monedas.
Gastronomía
Aún se evocan las matanzas del cerdo, que además de congregar a parientes y amigos, llenaban las vigas de las cocinas con colgaduras de chorizos, morcillas y salchichones que aseguran el condumio de todo el año.
Pero la cultura culinaria de esta villa cuenta con otras viandas que, aunque sencillas, agrandan el paladar de los más exigentes. Entre ellas están:
- Pipirrana de las Villas. Elaborada con patatas cocidas y pimientos morrones secos, ajo, sal y el insustituible aceite de oliva.
- Ensalada gitana: cebolla picada, tomate y pimiento, aderezándolo con sal, aceite, vinagre y unos cominos machacados.
- Huevos a la porreta, que se consiguen friendo unos ajos porros con cebolla hasta que se doran con unos tacos de jamón y chorizo hasta formar la porreta. Después se le añadirán huevos hasta cuajarlos.
- Potaje de garbanzos. Un plato típico de Semana Santa, a los que se les añade panecillos o bacalao.
- Guiso de novia. El cual era servido en las bodas de antaño y está compuesto de un caldo espeso que constaba de media docena de albóndigas, un muslo de pollo, dos huevos cocidos y picados muy menudos, y un aderezo donde sobresale el clavo y el orégano majados con nueces y almendras.
Repostería:
- Borrachuelos, masa de harina, aceite de oliva tostado, aguardiente, raspadura de limón, canela y azúcar.
Historia
En la época árabe, Sorihuela era una fortaleza que reforzaba a la villa de Iznatoraf. En el año 886 se levanta la fortaleza de la que queda solo la Torre del Homenaje.
Este castillo sería conquistado por el rey Fernando III el día 5 de febrero de 1.235.
La zona fue repoblada por cristianos provenientes de Castilla que tuvieron a bien celebrar el día de la conquista, día de Santa Águeda, como Patrona de la Villa.
Fernando III “el Santo”, cede Sorihuela como aldea a la villa de Iznatoraf, pasando a formar parte del Adelantamiento de Cazorla.
Felipe II concedió a Sorihuela el título de Villa el día 11 de abril de 1595, eximiéndola de la jurisdicción que sobre ella tenía Iznatoraf. Una independencia que resultó cara para sus 650 habitantes, que tuvieron que pedir préstamos a varios pueblos de la provincia.
En 1.652, Dª Teresa Martínez, funda el Hospital de San Martín, junto a la ermita que existía en aquel lugar. Era un hospital para enfermos y menesterosos.
Ermita y Hospital sucumbirían en 1826 debido a la Desamortización de Mendizábal.
En el año 1.855, una epidemia de cólera obligó al Ayuntamiento a levantar un cementerio fuera de la población.
En 1.915 se inicia la construcción del Puente sobre el río Guadalimar.
En la actualidad, Sorihuela de Guadalimar afianza su futuro hacia el turismo para dar a conocer el patrimonio artístico y natural que encierra en su término.
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