
Hinojares
Hinojares es una pequeña población situada al sureste de la provincia de Jaén, extiende su paisaje en la comarca del Alto Guadalquivir, al sur del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y gran parte de su término municipal pertenece al Parque. Limita con los términos de Quesada, Pozo Alcón y Huesa.
A Hinojares se accede por la carretera autonómica A-315 Torreperogil-Baza, desviándonos en el tramo entre Huesa y Pozo Alcón, por la carretera JA-8200.
El municipio cuenta con la pedanía de Cuenca, donde nace el río Turrilla.
En la actualidad es uno de los municipios jienenses con menor número de habitantes, apenas llega a los cuatrocientos, de los que una cuarta parte son extranjeros que han comprado las casas deterioradas, las han reformado y han fijado su residencia en el municipio.
Información
Zona turística: Sierras de Cazorla, Segura y las Villas
Distancia a la capital (km): 94,2
Altitud sobre el nivel del mar (m): 659
Extensión (Km2): 40
N° de Habitantes: 401
Gentilicio: Hinojareños e Hinojarienses
Código postal: 23486
Hinojares mantiene el encanto de los pueblos tradicionales, con sus fachadas blancas bien cuidadas, calles estrechas y balcones floridos. Se divide en tres barrios:
- Barrio Bajo. Es el núcleo más antiguo donde se sitúan los edificios más emblemáticos de la localidad.
- Barrio Alto, donde están las casas cueva más añejas de Hinojares.
- Casas Nuevas, donde aprovechando la naturaleza del terreno, se desarrollan viviendas trogloditas que habían surgido siglos antes en la localidad.
La economía de sus habitantes depende de la agricultura, de la caza y actividades pastoriles.
Los materiales que forman sus múltiples desniveles, cárcavas y barrancales, tiñen el horizonte desértico con un fascinante mosaico de colores.
El río Turrillas vertebra la vida, la geografía y la historia del municipio. Dos aldeas custodian su cauce: en su nacimiento, la aldea de Cuenca, y en su desembocadura, Arroyomolinos, actualmente despoblada, donde confluye con el río Ceal.
El territorio acoge el yacimiento ibérico de Castellones de Ceal, un enclave que en el siglo IV a.C. vivió momentos de riqueza y prosperidad. Entre su patrimonio arquitectónico hay que destacar la ...
Hinojares mantiene el encanto de los pueblos tradicionales, con sus fachadas blancas bien cuidadas, calles estrechas y balcones floridos. Se divide en tres barrios:
- Barrio Bajo. Es el núcleo más antiguo donde se sitúan los edificios más emblemáticos de la localidad.
- Barrio Alto, donde están las casas cueva más añejas de Hinojares.
- Casas Nuevas, donde aprovechando la naturaleza del terreno, se desarrollan viviendas trogloditas que habían surgido siglos antes en la localidad.
La economía de sus habitantes depende de la agricultura, de la caza y actividades pastoriles.
Los materiales que forman sus múltiples desniveles, cárcavas y barrancales, tiñen el horizonte desértico con un fascinante mosaico de colores.
El río Turrillas vertebra la vida, la geografía y la historia del municipio. Dos aldeas custodian su cauce: en su nacimiento, la aldea de Cuenca, y en su desembocadura, Arroyomolinos, actualmente despoblada, donde confluye con el río Ceal.
El territorio acoge el yacimiento ibérico de Castellones de Ceal, un enclave que en el siglo IV a.C. vivió momentos de riqueza y prosperidad. Entre su patrimonio arquitectónico hay que destacar la ...
Hinojares mantiene el encanto de los pueblos tradicionales, con sus fachadas blancas bien cuidadas, calles estrechas y balcones floridos. Se divide en tres barrios:
- Barrio Bajo. Es el núcleo más antiguo donde se sitúan los edificios más emblemáticos de la localidad.
- Barrio Alto, donde están las casas cueva más añejas de Hinojares.
- Casas Nuevas, donde aprovechando la naturaleza del terreno, se desarrollan viviendas trogloditas que habían surgido siglos antes en la localidad.
La economía de sus habitantes depende de la agricultura, de la caza y actividades pastoriles.
Los materiales que forman sus múltiples desniveles, cárcavas y barrancales, tiñen el horizonte desértico con un fascinante mosaico de colores.
El río Turrillas vertebra la vida, la geografía y la historia del municipio. Dos aldeas custodian su cauce: en su nacimiento, la aldea de Cuenca, y en su desembocadura, Arroyomolinos, actualmente despoblada, donde confluye con el río Ceal.
El territorio acoge el yacimiento ibérico de Castellones de Ceal, un enclave que en el siglo IV a.C. vivió momentos de riqueza y prosperidad. Entre su patrimonio arquitectónico hay que destacar la iglesia parroquial de San Marcos, levantada en el siglo XVII.
Cultura
En su patrimonio artístico destacamos:
- Iglesia de San Marcos Evangelista. Construida a finales del siglo XVII, es el edificio más notable de Hinojares. Se trata de una construcción austera que resalta por la rotundidad de su volumen, remarcado por el blanco de sus muros, con escasos y reducidos vanos, ya sean circulares o rectangulares y una puerta de acceso lateral desprovista de ornamentación. La completa un campanario, simulando una espadaña, colocado en el muro que une la cabecera con el resto del cuerpo del templo, cerrando la lonja que bordea la única nave. En su interior se adapta a la forma de cruz latina y cuenta con un retablo renacentista y una pila bautismal de mármol blanco a la que los feligreses tienen en gran estima.
- Ayuntamiento. Es la misma línea de austeridad arquitectónica, y sin concesiones a la decoración y a la estética. Posee tres alturas y huecos adintelados, el de mayor relieve es el del balcón de la primera planta, en línea vertical con la puerta de acceso y coronado por un pequeño ático con reloj que imita el de los ayuntamientos colonizados en el siglo XVIII, aunque no se ubica en el centro, sino en uno de los laterales del edificio y sobre el que está instalada una pequeña campana.
- Casco urbano. Urbanísticamente este municipio no se ha configurado con una planificación previa. Se trata de un conjunto de casas tradicionales blanqueadas y cubiertas a dos aguas con tejas árabes, con pequeños huecos verticalizados para evitar los rigores del invierno y adaptadas a los hábitos sencillos de los habitantes dedicados a las tareas de la caza, pastoriles y agrarias, y en posiciones más periféricas, viviendas con estructuras de pisos, con un máximo de cuatro alturas y tejados a cuatro aguas. De gran valor etnológico son las “casas-cuevas”, que se han convertido en un elemento definitorio por excelencia en el pueblo de Hinojares. Construidas sin tener que echar mano de arquitectos, las formas y los volúmenes dependen en gran medida de las características de la roca en la que hayan sido excavadas y de la originalidad y necesidades del que las construye. Las cuevas, situadas en las laderas de las colinas, en las cañadas y en los barrancos, con distribución anárquica, con sus líneas curvas, la cal, los techos abovedados y sus chimeneas, componen un conjunto de una interesante singularidad. Su originalidad arquitectónica, su temperatura (18 ºC a 20 ºC, por lo que no es necesaria la ropa de cama) y su ambiente acogedor, intimo y rústico, las han convertido en un hábitad muy apreciado.
Naturaleza
Hinojares es la puerta de entrada a un mundo lleno de contrastes y de belleza, diverso y rico, ejemplo de convivencia del hombre y la Naturaleza durante milenios.
Los ríos Guadiana Menor y Turrillas, con sus vegas breves pero fecundas y la brusca y cortada orografía, originan un pasillo natural que une el Alto del Guadalquivir con la costa Mediterránea, y son elementos esenciales que explican el emplazamiento, situación y morfología de los núcleos de población del territorio hinojareño, así como el modo de vida de sus vecinos.
El término municipal de Hinojares es un auténtico laberinto de valles, calares, tajos, montañas y arroyos que convierten al agua en el auténtico protagonista de estos parajes.
Para comprender mejor la fisonomía de este territorio, nada mejor que acercarnos a alguno de los siguientes parajes para admirar la Naturaleza y dejar que nos cautive:
- Nacimiento del río Turrillas. Es el elemento natural que más concluyente en la vertebración del término de Hinojares. Para ello nos desplazamos a la aldea de Cuenca, una pequeña aldea muy conservada y peculiar, perteneciente a Hinojares y dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Aquí encontraremos un manantial de agua fresca y cristalina, denominada Siete Fuentes, que empieza a dar vida al valle y es el lugar del nacimiento oficial del río. Sin embargo, sus primeras aguas proceden de unos kilómetros más arriba, siendo el Arroyo de las Palomas, su auténtico precursor. Su caudal habitual se filtra a mitad del recorrido, pero en épocas de lluvias abundantes, el manantial se despeña por un impresionante tajo de más de 100 metros de altura, dando lugar a la espectacular Cascada de la Vinatera de una extraordinaria belleza. Los vecinos consideran a esta cascada un talismán de las buenas cosechas. Enfrente, la Piedra del Reloj, con el juego de sombras que forman sus tres escalones verticales, informa a los lugareños de la hora del día en la que se encuentran.
- Salinas de Chíllar. Están situadas en las proximidades de la aldea de Cuenca, y datan del siglo XIX-XX. Son salinas de manantial, es decir agua salada procedente del subsuelo y que emerge a la superficie de forma natural. El proceso para la explotación de la sal es sencillo: durante los meses de otoño, invierno y primavera, se recoge y concentra el agua procedente del manantial en calentadores (piscinas), donde a finales de primavera, al evaporarse el agua va quedando la sal, que cuando alcanza un espesor de 5 cm. se recoge, se trata y se envasa para la venta.
Existe la posibilidad de realizar numerosas actividades en la naturaleza: barrancos, circuito multiaventura, bicicletas todo-terreno, kayac y piragüismo, paintball, rutas a caballo, trekking y senderismo.
Lugares y rutas de interés próximos a Hinojares:
- Ruta al Pico Cabañas
- Pasarela por el río Castril
- Cueva del Agua
- Coto de pesca Peralta
- Varios miradores: el Lirio, Peña de Quesada, La Alcantarilla
- Arroyo Guazalamanco
- Embalse de la Bolera
Tanto la fauna como la flora del territorio es abundante y muy diversa.
En la vegetación encontramos pinares, preferentemente en las zonas más elevadas y escarpadas, mezcla de distintas coníferas autóctonas y matorral, áreas de pastizales y los bosques ribereños junto al cauce de los ríos, con abedules, chopos, álamos, mimbreras…
Los grupos de animales que integran la fauna de este territorio son los siguientes: Avifauna (carbonero, chochín, escribano montesino, codorniz…); aves de presa (cernícalo, halcón peregrino, milano negro); mamíferos (liebres, conejos, zorros, ginetas, jabalí y tejón); reptiles (culebra bastarda, lagartija, salamanquesas) y peces (barbos, carpas, truchas y gobios).
Fiestas y Eventos
En el municipio de Hinojares, se celebran las siguientes fiestas:
- San Marcos. Es el Patrón de Hinojares. Se celebra el 25 de abril. Ese día se procesiona al santo evangelista con una torta en su brazo izquierdo. Símbolo de que al finalizar los oficios religiosos se repartirán entre propios y visitantes.
- Santo Cristo del Perdón. Se celebraba a finales de septiembre, cuando ya se habían terminado las faenas agrícolas del verano. Pero debido a que muchos hinojareños en este mes acudían a las vendimias de otros lugares, se mudó a los días 21, 22 y 23 de agosto.
- San Antón. Se celebra el 17 de enero con el tradicional encendido de las hogueras, pidiendo por la salud de los animales que les ayudan en las tareas agrícolas. Junto a las lumbres, se canta y baila, se come y bebe. Una fiesta que pone broche final a las fiestas de la Navidad, es lo que dice el refrán: “Hasta San Antón, Pascuas son”.
- La Candelaria. El día 2 de febrero. Donde al toque de ánimas se vuelven a encender las hogueras con el sentido purificador de la conmemoración de la Purificación de María y la Presentación de Jesús en el Templo.
- Los “bordos”, es una curiosa tradición carnavalesca, en las que los mozos utilizan los “bordos”, fruto de la anea, con los que una vez trenzados se hacían los culos de las sillas, y cuyas largas tiras frotaban hasta que soltaban una pelusa blanca y pegajosa que quedaba adherida en el pelo o en la ropa de la moza a la que quieren demostrar su amor, siendo un motivo de orgullo para las madres de las mozuelas ver que sus hijas volvían con muchos “bordos”, señal inequívoca de que tenía muchos pretendientes.
- Cuaresma y Semana Santa. El Miércoles de Ceniza, o algunos viernes de la Cuaresma, es tradición que se canten las antiguas “Coplas del Vía Crucis”, cuartetas cuyo origen se pierde en la poesía popular del Siglo de Oro. En Semana Santa, se representan en la Plaza de Hinojares, los llamados “Tribunales”, pieza popular del teatro sacro, llevada a cabo por los vecinos del pueblo.
Gastronomía
La gastronomía de Hinojares se encuentra inmersa en lo que es propio de la comarca a la que pertenece. Destacamos los siguientes platos:
- Ajo hachero, que lo preparaban los cortadores de pinos con unos guízcanos (níscalos) de la sierra.
- Ajomarrano, con este plato se culminaban los días del rito matancero. Con la carne de cerdo se hacían una buena relación de embutidos caseros, que serán los que den cuerpo desde los tradicionales cocidos y pucheros del resto del año hasta el lomo de orza, chorizo con pimentón y morcilla.
- Gachamigas que hay que encuadrarlas dentro de las viandas de oficio artesano.
- Andrajos, cocidos en el caldo de hervir piezas de caza menor con hierbabuena y un sofrito de verduras y tiras de masa de harina hecha jirones que toman el nombre de “talarines”.
- Maimones, que son sopas de pan.
- Las migas de pan con torreznos.
En la gastronomía de Hinojares tampoco faltan los dulces: Mantecados para Navidad, roscos fritos para Semana Santa y las magdalenas caseras para los festejos familiares de otros tiempos.
Sin olvidarnos de la “Torta de San Marcos”, repartida después de la procesión. Son piezas redondas con los bordes ribeteados de un tamaño y peso de “cinco el kilo”, que son decoradas con flores y diversos motivos decorativos que se realizan con moldes de madera.
Historia
Para conocer la Prehistoria e Historia Antigua de Hinojares hay que referirse a los Castellones de Ceal, uno de los más importantes asentamientos ibéricos de la provincia de Jaén.
El origen de este asentamiento está en el control de la ruta comercial que desde Levante introducía los productos manufacturados griegos en el Valle del Guadalquivir. Está situado en un espolón, con una meseta de forma circular, en donde son abundantes los restos de murallas y construcciones de viviendas.
El estudio de la fase ibérica de las necrópolis con ricos ajuares en el que aparecen armas y cerámicas griegas, señala la presencia en el poblado de poderosos personajes aristocráticos.
La primera fase de la ocupación de este asentamiento fue a finales del siglo VII y VI a.C.; posteriormente se abandonó hasta que se construyó el poblado ibérico en el siglo IV a.C. y que perduró hasta la etapa romana republicana.
El origen del actual Hinojares es incierto, pues no aparece citado en los documentos medievales de la conquista de la Sierra Quesada-Cazorla. Sin embargo, en su término hay aldeas y cortijos cuyos nombres sí aparecen en las crónicas de la conquista castellana. En este periodo se produjo un traslado de la población de la montaña al valle. Uno de estos ejemplos es Cuenca, que fue convertida en aldea de Quesada en 1257.
Hinojares debió ser una alquería o una nueva fundación en el valle tras la conquista castellana de estas tierras. Hasta 1648 dependió de Quesada. Y partir de esta fecha pasará a ser aldea de Pozo Alcón.
En el año 1690 consiguió el título de villa y con ello la independencia de Pozo de Alcón.
Este título fue parejo a su concesión en Señorío temporal a D. Íñigo Rodulfo Fernández Angulo Sandoval, del hábito de Santiago, quien solicita al monarca se le concediese la denominación de Hinojares.
Este Señorío pasó posteriormente a la casa nobiliaria del Conde de Arenales. A finales del siglo XVIII el marqués de Guadalcázar será señor honorario de la Villa de Hinojares.
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