Escañuela - Jaén Paraíso Interior

Escañuela
Escañuela es una pequeña localidad situada en la comarca de la Campiña, al oeste de la provincia y al sur de Andújar. Es un municipio eminentemente agrícola, se puede decir que el cien por cien de su término está formado por tierras de labranza, siendo el monocultivo del olivo el predominante. En las zonas de regadío próximas al Arroyo Salado existían pequeñas extensiones de otros cultivos, como cereales y huertas, pero están siendo sustituidos por nuevas plantaciones de olivar.
La Iglesia parroquial de San Pedro Ad Víncula, construida a mediados del siglo XIX sobre los restos de una pequeña ermita del siglo XV, es el máximo exponente del patrimonio histórico-artístico de Escañuela. Aparte de una peculiaridad en su bandera, en la que están representadas, por privilegio concedido por la curia romana, "La tiara papal y las llaves de San Pedro" y las cadenas que hacen referencia a la peculiar devoción a la que aquí se profesa al apóstol.
Información
Zona turística: Sierra Morena/Sierras de Andújar y Despeñaperros
Distancia a la capital (km): 36
Altitud sobre el nivel del mar (m): 316
Extensión (Km²): 14
N° de Habitantes: 950
Gentilicio: Escañoleros
Código postal: 23657
Cultura
La Iglesia Parroquial de San Pedro Ad Víncula de Escañuela data de la segunda mitad del siglo XIX. Está levantada sobre una pequeña ermita del siglo XV y del antiguo cementerio. Consta de una sola nave articulada en tramos, con cabecera curva y planta irregular, debido a la anexión de espacios para capillas en el lateral del Evangelio.
Se cubre con teja árabe y su altura no es mayor que la de las casas que tiene alrededor.
La actual portada ha sido remodelada y no se corresponde con la trazada inicialmente. La fachada encalada está reforzada por pequeños contrafuertes y en la torre situada en un lateral del presbiterio, de planta cuadrada, también se ha sustituido su chapitel por una esbelta linterna.
Naturaleza
Escañuela es una de las 16 poblaciones que configuran la Campiña jienense. Situada al sudeste de la campiña, es una localidad rodeada de olivos y que vive principalmente del olivar.
Un pueblo que a pesar del paso del tiempo ha sabido mantener sus costumbres y tradiciones, lo que hace que resulte una localidad con un especial encanto.
Gran parte de sus cultivos son de secano, salvo en las zonas próximas al río Salado, en la que los vecinos tienen sus huertos. Citaremos el Merendero Municipal, un espacio recreativo, con mesas, ...
Cultura
La Iglesia Parroquial de San Pedro Ad Víncula de Escañuela data de la segunda mitad del siglo XIX. Está levantada sobre una pequeña ermita del siglo XV y del antiguo cementerio. Consta de una sola nave articulada en tramos, con cabecera curva y planta irregular, debido a la anexión de espacios para capillas en el lateral del Evangelio.
Se cubre con teja árabe y su altura no es mayor que la de las casas que tiene alrededor.
La actual portada ha sido remodelada y no se corresponde con la trazada inicialmente. La fachada encalada está reforzada por pequeños contrafuertes y en la torre situada en un lateral del presbiterio, de planta cuadrada, también se ha sustituido su chapitel por una esbelta linterna.
Naturaleza
Escañuela es una de las 16 poblaciones que configuran la Campiña jienense. Situada al sudeste de la campiña, es una localidad rodeada de olivos y que vive principalmente del olivar.
Un pueblo que a pesar del paso del tiempo ha sabido mantener sus costumbres y tradiciones, lo que hace que resulte una localidad con un especial encanto.
Gran parte de sus cultivos son de secano, salvo en las zonas próximas al río Salado, en la que los vecinos tienen sus huertos. Citaremos el Merendero Municipal, un espacio recreativo, con mesas, ...
Cultura
La Iglesia Parroquial de San Pedro Ad Víncula de Escañuela data de la segunda mitad del siglo XIX. Está levantada sobre una pequeña ermita del siglo XV y del antiguo cementerio. Consta de una sola nave articulada en tramos, con cabecera curva y planta irregular, debido a la anexión de espacios para capillas en el lateral del Evangelio.
Se cubre con teja árabe y su altura no es mayor que la de las casas que tiene alrededor.
La actual portada ha sido remodelada y no se corresponde con la trazada inicialmente. La fachada encalada está reforzada por pequeños contrafuertes y en la torre situada en un lateral del presbiterio, de planta cuadrada, también se ha sustituido su chapitel por una esbelta linterna.
Naturaleza
Escañuela es una de las 16 poblaciones que configuran la Campiña jienense. Situada al sudeste de la campiña, es una localidad rodeada de olivos y que vive principalmente del olivar.
Un pueblo que a pesar del paso del tiempo ha sabido mantener sus costumbres y tradiciones, lo que hace que resulte una localidad con un especial encanto.
Gran parte de sus cultivos son de secano, salvo en las zonas próximas al río Salado, en la que los vecinos tienen sus huertos. Citaremos el Merendero Municipal, un espacio recreativo, con mesas, fuentes y arbolado en donde resulta muy agradable pasar un rato de descanso.
Tanto la vegetación como la fauna de esta localidad, es la propia de la Campiña jienense: olivos y vegetación de ribera junto al cauce del río Salado, mimbreras, sauces, álamos blancos y taráis, entre otros. La fauna es la característica de la Campiña, liebres, conejos, lagartos, perdices y zorros, así como una variedad grande de aves rapaces. Sin olvidarnos de la avifauna propia de los bosques de ribera junto al río Salado.
Fiestas y Eventos
Conserva Escañuela desde los tiempos en que su destino estaba unido al señorío de la casa de los Torres y Portugal, la devoción a San Pedro Ad Víncula.
El día 1 de agosto es el día grande de la “Fiesta de la Vincula”, que así es conocida popularmente, en el transcurso del cual se honra al santo con diversos actos que culminan en la noche con una solemne procesión. Por la mañana tiene lugar una diana musical floreada en la que las autoridades, con el alcalde al frente, invitan a los vecinos a participar en los actos del patrón
A mediados de septiembre tiene lugar la fiesta conocida como "La Vinculilla", en la que se veneran y procesionan las imágenes de la Patrona, La Virgen de los Dolores, y de Jesús.
Existe una profunda y antigua devoción por la Virgen de Alharilla, patrona de la vecina localidad de Porcuna, por esa razón, el segundo domingo de mayo, se acude a la romería.
El día 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, tiene una particularidad en Escañuela. Como en otros lugares, aquí también se acude al cementerio, pero nuestra visita junto a las tumbas durará hasta la una o las dos de la madrugada, para evitar que las “luminarias”, mariposas y velas, que se han encendido durante el día no se apaguen antes de la media noche, cumpliendo con una arraigada creencia.
Gastronomía
El aceite de oliva virgen, al igual que ocurre en el resto de los pueblos de la comarca, es un ingrediente que forma parte de los platos de la gastronomía de Escañuela.
Posee Escañuela un plato de verano que bien puede conformar el santo y seña de su cocina popular y tradicional. Se trata del "cascaporro", sopa fría o gazpacho espeso, según se mire, elaborado fundamentalmente con bastante ajo, miga de pan, tomate pelado y sin pepitas, aceite de oliva, y rematado con trozos de huevo duro.
Plato, también de los días estivales, es el "ajo blanco", hecho con habas secas molidas, aceite de oliva, ajos crudos y sal, bien trabados todos en una misma salsa que habría de blanquear y dar sabor al agua fresca con la que el campesino, en otros tiempos, atenuaba en los almuerzos el calor de las faenas agrícolas propias del verano, y que hoy sigue estando vigente en las mesas de Escañuela.
Para Semana Santa habrá de prepararse el "potaje de bacalao" con el que tradicionalmente se ha cumplido con la vigilia del Jueves y Viernes Santo. También propias de estas fechas de penitencia son las "tortas de regla", alargadas y rectangulares (tal vez de ahí les venga el nombre) que las mujeres de Escañuela preparaban en sus casas y llevaban a cocer a los hornos de las tahonas. Esta Semana de Pasión concluye con la preparación de los hornazos del Domingo de Pascua que habrán de ser consumidos después por todos los miembros de la familia.
Para la noche de los Santos, al comienzo del mes de noviembre, se preparan las tradicionales gachas dulces, con cuya masa sobrante son tapadas por la chiquillería las cerraduras de las puertas vecinas, en un rito, que pese a su ingenuidad infantil, guarda las claves de otros ritos ancestrales donde vida y muerte se funden en un mismo acontecer festivo.
Para la fiesta mayor de San Pedro Ad Víncula, que se lleva a cabo en los primeros días de agosto, es costumbre "matar un conejillo para La Víncula" como se conoce popularmente a la fiesta del Patrón, que luego habrá de prepararse, sobre todo, "al ajillo", sirviéndose en una fuente donde en amor y compaña darán cuenta de él los parientes y amigos.
Dentro de los postres tradicionales, Escañuela comparte con otros lugares de la provincia el peculiar arroz con castañas cocidas en leche, donde la raspadura de limón, en la que cuecen los ingredientes, y el toque final de la canela en polvo, ponen el contrapunto de aromas que tanto nos recuerdan al popular arroz con leche, tan extendido por la cocina provincial.
Historia
Los restos arqueológicos hallados en el entorno de Escañuela constatan la presencia humana en este municipio desde el III milenio a.C. En el lugar conocido como Pozo de Marisancho aparecieron restos de cerámica oscura pertenecientes a este periodo de la Edad del Cobre. De su pasado ibérico se conocen varios lugares de notable interés; en el mismo Pozo de Marisancho se recogieron cerámicas ibéricas decoradas con motivos geométricos de bandas o círculos.
Durante la ocupación romana se produjo la división del territorio siguiendo el sistema de centuriación y la creación de villas rústicas. Uno de estos ejemplos es el Paraje de las Higueras.
Desde la conquista castellana de la comarca, San Pedro de Escañuela, como se denominó esta población hasta finales del siglo XIX, quedó dentro del alfoz de Arjona. Según se cita en las relaciones del Sínodo de Jaén de 1311 Arjona fue el centro de un Arciprestazgo, siendo Escañuela una de las parroquias pertenecientes al mismo.
En 1385 la población aparece como Señorío de don Pedro Ruiz de Torres. Según un documento del Archivo Histórico Provincial, en el que aparece esta donación, la localidad había pertenecido a este señor con anterioridad. Los ataques de los nazaríes a las tierras de Jaén asolaron el lugar, que quedaría despoblado. Este hecho conllevaría la pérdida de los derechos de don Pedro Ruiz, quien los reclamaría nuevamente, a lo que accedió Juan I, aunque al parecer sin hacerlo efectivo, hecho que aconteció en tiempos de Enrique III.
En 1394 la heredera de este señorío se casó con don Fernando de Portugal, quienes formaron con sus posesiones (Escañuela y Villardompardo) el Señorío de los Torres y Portugal. Este linaje entroncaría con el Condestable Lucas de Iranzo, quien añadió las posesiones de la Casa Villargordo, formándose así un gran Señorío que llegaría a ser Condado en el siglo XVI con la denominación de Villardompardo. La villa de Escañuela perteneció a este señorío hasta la supresión del mismo por las Cortes de Cádiz en 1812.
Conserva Escañuela de los tiempos en que su destino se hallaba unido al señorío de la casa de los Torres y Portugal, condes de Villardompardo, la devoción a San Pedro Ad Víncula. Esta advocación hace referencia a las vicisitudes por las que hubo de pasar el primer Papa, el Apóstol Simón, durante su encarcelamiento en Roma, en el año 67, en el transcurso de la persecución contra los cristianos decretada por Nerón. Esta curiosa devoción, que dio lugar a las hoy conocidas popularmente como fiestas de "La Víncula", tiene sus orígenes en los impuestos que los condes de Villardompardo pagaban al Papa de Roma, los llamados diezmos, denominados así por ser su cuantía la décima parte de las cosechas que las tierras del señorío producían. La curia romana correspondió a tales donativos concediendo al pueblo el privilegio de que pudiera denominarse San Pedro de Escañuela, enarbolando con ello como propia la bandera en la que ondea el escudo del Vaticano "La tiara papal y las llaves de San Pedro" y las cadenas que hacen referencia a la peculiar advocación a la que aquí se le profesa culto, lo que hizo posible que a Escañuela, por tales motivos, se la conociera popularmente en otros lugares como "Roma La Chica".
En 1814-15 se inició el proceso disgregador de Escañuela respecto a Villardompardo, que culminó en la década de los años treinta con la plena independencia jurídica y territorial de Escañuela. A lo largo de este siglo se va consolidando el casco urbano, las instituciones municipales, y aunque con algunas dificultades, el municipio empezará a brillar con luz propia, pasando ya a denominarse solamente, Escañuela.
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