Fuerte del Rey - Jaén Paraíso Interior

Fuerte del Rey
Fuerte del Rey es una pequeña localidad de Jaén, situada al noroeste de la capital, en la comarca de la Campiña, se caracteriza por un paisaje de olivos, cereales y huertas.
Su término municipal está atravesado por la carretera que une la ciudad de Jaén (distante solo 15 km) con la de Andújar (a 27 km).
Fuerte del Rey está situado a una altitud de 432 m, limita al sur con el término de Jaén y parte del este, por el oeste con el término de Torredelcampo, y por el norte y el resto del lado este con Lahiguera, Villanueva de la Reina y Cazadilla.
El paisaje se caracteriza por las lomas onduladas entre las que discurren las aguas de diferentes arroyos como El Saladillo, el de Las Cuarenta o el de la Silla del Conde, que drenan en el río Guadalquivir, otras de poca altura, entre las que destaca la del Cerro de la Atalayuelas, con 598 m de altitud.
Información
Zona turística: Jaén y Entorno
Distancia a la capital (km): 15
Altitud sobre el nivel del mar (m): 437
Extensión (Km²): 35
N° de Habitantes: 1165
Gentilicio: Fuenterreños
Código postal: 23180
La ocupación principal de la población es la agricultura con predominio de la olivarera, hasta hace poco tiempo dominada por la campiña cerealista. La construcción y la industria de transformados metálicos, aperos agrícolas y maquinaria tienen cierta importancia por el empleo que generan. La construcción de nuevas viviendas se está incrementando en los últimos años y con perspectivas de seguir haciéndolo.
Hay que pensar que Jaén está solo a 15 km, y la vivienda en la capital es mucho más cara. Por tanto, el sector de la construcción parece abrir un futuro prometedor para la localidad, siendo uno de los cinco municipios de la provincia que prevé duplicar su censo de viviendas en el próximo quinquenio aprovechando la revisión de sus planes de ordenación urbana.
Entre su patrimonio arquitectónico destaca la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, cuya construcción se finalizó en el año 1796. Lo más interesante es su fachada centenaria y la esbelta espadaña.
Resulta de interés un molino del primer tercio del siglo XX, recientemente restaurado.
La caza menor es abundante, en especial la perdiz, el conejo y la liebre, aunque son especies sometidas a mucha presión por los cazadores, por las enfermedades que padecen, y por el ...
La ocupación principal de la población es la agricultura con predominio de la olivarera, hasta hace poco tiempo dominada por la campiña cerealista. La construcción y la industria de transformados metálicos, aperos agrícolas y maquinaria tienen cierta importancia por el empleo que generan. La construcción de nuevas viviendas se está incrementando en los últimos años y con perspectivas de seguir haciéndolo.
Hay que pensar que Jaén está solo a 15 km, y la vivienda en la capital es mucho más cara. Por tanto, el sector de la construcción parece abrir un futuro prometedor para la localidad, siendo uno de los cinco municipios de la provincia que prevé duplicar su censo de viviendas en el próximo quinquenio aprovechando la revisión de sus planes de ordenación urbana.
Entre su patrimonio arquitectónico destaca la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, cuya construcción se finalizó en el año 1796. Lo más interesante es su fachada centenaria y la esbelta espadaña.
Resulta de interés un molino del primer tercio del siglo XX, recientemente restaurado.
La caza menor es abundante, en especial la perdiz, el conejo y la liebre, aunque son especies sometidas a mucha presión por los cazadores, por las enfermedades que padecen, y por el ...
La ocupación principal de la población es la agricultura con predominio de la olivarera, hasta hace poco tiempo dominada por la campiña cerealista. La construcción y la industria de transformados metálicos, aperos agrícolas y maquinaria tienen cierta importancia por el empleo que generan. La construcción de nuevas viviendas se está incrementando en los últimos años y con perspectivas de seguir haciéndolo.
Hay que pensar que Jaén está solo a 15 km, y la vivienda en la capital es mucho más cara. Por tanto, el sector de la construcción parece abrir un futuro prometedor para la localidad, siendo uno de los cinco municipios de la provincia que prevé duplicar su censo de viviendas en el próximo quinquenio aprovechando la revisión de sus planes de ordenación urbana.
Entre su patrimonio arquitectónico destaca la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, cuya construcción se finalizó en el año 1796. Lo más interesante es su fachada centenaria y la esbelta espadaña.
Resulta de interés un molino del primer tercio del siglo XX, recientemente restaurado.
La caza menor es abundante, en especial la perdiz, el conejo y la liebre, aunque son especies sometidas a mucha presión por los cazadores, por las enfermedades que padecen, y por el trasvase de las plantaciones de cereal a las del olivo.
Cultura
- Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. Es el edificio más notable de Fuerte del Rey. Su ejecución se concluyó en el año 1796. Consta de una sola planta con arcos apuntados y encalados. El coro se sitúa en alto y frente al altar. La fachada es de cantería y la apuntalan fuertes estribos. El elemento más interesante es la espadaña que se sitúa a los pies del templo. Se articula en tres cuerpos separados por moldura, con ventana en el segundo de ellos y con recercado de sillería. El último tramo, la espadaña propiamente dicha, no es de piedra, y presenta dos huecos para campanas, estilizados y cubiertos con arco de medio punto. Termina en frontón con estructura de pirámide truncada, adornada en su base con airosos enroscamientos.
- Vieja fábrica de harina. Datada en la primera mitad del siglo XX, es uno de los molinos harineros más antiguos de la provincia. Era una instalación básica para la economía del municipio en los años de la posguerra. En el año 2004 fue inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como lugar de interés etnológico.
Naturaleza
La vegetación en la localidad está influenciada por el uso agrícola, lo que ha dado lugar a que encinares y matorrales originarios fuesen paulatinamente remplazados por olivos, o por otros cultivos como el trigo o la cebada.
La mayor parte de los cultivos son de secano, el regadío tiene muy poca extensión, apenas 100 ha, ya que por el término municipal no discurre ningún curso de agua permanente ni hay acuíferos.
Por tanto, la vegetación de origen natural ha quedado relegada a cunetas de carreteras y a caminos. En los arroyos podemos encontrar restos de vegetación de ribera como cañas, taráis y álamos.
Este paisaje transformado por el hombre ha posibilitado la llegada de aves esteparias, destacando en invierno la avutarda, ave de gran tamaño y peso, que sobrevive en las áreas de cultivo.
El sisón, más frecuente y fácil de contemplar. Aves predadoras como el aguilucho cenizo en primavera y verano, y el aguilucho pálido en el invierno. Otras aves que viven en estos parajes: el cernícalo y el halcón, escaso en el resto del continente, pero frecuente en la campiña.
Por su interés, más histórico que natural, destaca el grupo de mesetas que configuran Las Atayuelas, con yacimientos arqueológicos que datan del II milenio a.C., y que han permitido reconstruir la historia más antigua, no solo de este municipio, sino de la comarca de la Campiña.
Fiestas y Eventos
- Fiestas en honor de Nuestra Señora la Virgen del Rosario. Es una fiesta que se venía celebrando el primer domingo de octubre, pero desde hace unos años se celebra el tercer domingo de agosto. El principal motivo del cambio ha sido que, de esta manera, los hijos ausentes pueden disfrutar de las fiestas al coincidir en periodo vacacional. Ese domingo se procesiona a la Virgen y en las dos horas que dura el recorrido se cantan las “salves”. Antiguamente se cantaban a petición de los vecinos que pagaban una cantidad de dinero estipulada (esto se hacía por alguna promesa o para demostrar la riqueza ante los vecinos).
- Fiesta de San Antón. Se celebra el 17 de enero, pero la noche anterior se encienden las hogueras en torno a las cuales se juega a la rueda, se bebe, come y se baila en honor del Santo, al que se le hace una invocación para que guarde de todo mal a los animales que ayudan en el trabajo agrícola o dan compañía en la casa.
- Semana Santa. Entre todos los actos que se celebran durante esta semana, son dignos de mención las llamadas “reverencias”, representación de movimientos protocolarios de saludo entre las imágenes de la Virgen y del Cristo Resucitado.
- Las Banderas, recibe este nombre la celebración que realiza la cofradía de la Virgen de la Cabeza y que salen en procesión por el municipio el domingo anterior a la celebración de la romería en el Cerro, revoloteando las banderas al son de tambores en la plaza del pueblo.
- San Isidro Labrador. Se celebra el 15 de mayo, y es el Patrón del municipio. Ese día se procesiona al santo por las calles del pueblo hasta llegar al campo.
Gastronomía
Fuerte del Rey está situado en la carretera que une Jaén con Andújar, a tan solo 15 kilómetros de la capital. Este hecho, unido a que en el término solo se producían cereales, los productos de huerta tenían que proveérselos en Jaén, hace que la gastronomía esté muy unida a la de la capital. Destacamos los siguientes platos:
- Potaje de bacalao, un plato muy tradicional que se consume preferentemente en Semana Santa.
- Hornazos, que el domingo de Resurrección se llevaban desde las tahonas de la capital.
- Pipirrana, preparada con aceite de oliva de Fuerte del Rey y verduras de localidades foráneas.
- Migas cortijeras, usan como materia prima el pan sentado de días atrás y se acompañan de torreznos, naranja y melón.
- Aceite de oliva virgen extra, es el ingrediente principal de platos como: ajoblanco, el hoyo (pan y aceite) y los picatostes con vino.
- Salpicón, cuyos ingredientes principales son el aceite y el tomate, y aquí se prepara de una manera muy especial.
- Embutidos, otra de las costumbres es la matanza del cerdo del que después sacarán diferentes embutidos: chorizo, salchichón, morcillas…
Historia
De la Prehistoria, Fuerte del Rey cuenta con uno de los yacimientos mejor estudiados, Las Atayuelas del II milenio a.C. En la etapa ibérica se construye en ese mismo lugar una fortaleza.
Durante la etapa romana se produjo una reestructuración de las Atayuelas y se transforman con el modelo del Castro romano y la aparición de numerosas casas de labor.
Tras ser abandonado definitivamente en el siglo IV, cerca de este lugar surgía un nuevo asentamiento en el actual casco urbano, que se consolidó gracias a tener un manantial y a contar con una situación estratégica en el camino que unía Andújar con Jaén y Arjona.
Entre los siglos XI y XII se construyó una fortificación para defensa propia y de la ciudad de Jaén. Posteriormente se ampliará el conjunto defensivo al ser frontera entre las tierras de realengo y las de la Orden de Calatrava, siendo testigo de las luchas entre los partidarios de Enrique IV, capitaneados por Lucas de Iranzo y los rebeldes dirigidos por el Mestre de la Orden, Don Pedro Girón.
Desde la Edad Moderna, siglo XVI, a este núcleo de población se le conoce como Fuente del Rey, una pequeña aldea dependiente del enorme alfoz de la ciudad de Jaén. Y con este nombre se le conocerá hasta 1765, que pasa a denominarse Fuerte del Rey.
El municipio logrará la independencia de Jaén entre los años 1803 y 1805.
Su configuración urbana actual viene dada de que, al conseguirse la independencia de Jaén, muchos habitantes de las casas cortijos dispersas, se construyen viviendas en el casco urbano. Algunas de ellas serían arrasadas por la riada que se produjo en la calle del Pilar en el año 1856.
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