Chilluévar - Jaén Paraíso Interior

Chilluévar
Chilluévar está situado al este de la Provincia de Jaén, en la Cuenca Alta del Guadalquivir, en la zona de transición entre la Sierra de Las Villas y la campiña olivarera jienense.
El casco urbano de Chilluévar es típico por sus calles estrechas y empinadas. Bajo sus pies se dilata majestuoso el horizonte de suaves colinas y olivares que pueblan la depresión del río Guadalquivir. Sus quebradas callejas desembocan en caminos y senderos que desvelan la peculiar naturaleza de su término municipal.
El territorio es eminentemente agrícola y dependiente del olivar. Un cultivo que ocupa terrenos en pendiente y que van desde el norte y este hasta los ríos de la Vega y Cañamares, al sur y sureste. Por otro lado, la cercanía de tierras de labor a la sierra constituye un hábitat ideal para las especies cinegéticas de caza menor y para las pequeñas aves insectívoras.
Su término municipal, integrado en la comarca de la Sierra de Cazorla y en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, posee cuatro núcleos de población adheridos: Los Romos, Las Almansas, Chilluévar la Vieja y el Noguero.
Entre su patrimonio histórico, destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, la Torre Duende y un antiguo molino aceitero.
Información
chilluevar@dipujaen.es / secretaria@ayuntamientochilluevar.es
Zona turística: Sierras de Cazorla, Segura y las Villas
Distancia a la capital (km): 94
Altitud sobre el nivel del mar (m): 738
Extensión (Km²): 38
N° de Habitantes: 1434
Gentilicio: Chilluevenses
Código postal: 23477
Cultura
El skyline de Chilluévar destaca por la torre de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz y la chimenea de ladrillo, conocida por el Duende, resto de una antigua fábrica vinculada al aceite.
- La iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz es obra del arquitecto Gómez Luengo y fue terminada en 1949. Dentro conserva una pila bautismal del siglo XVIII.
- Torre el Duende. La esbelta chimenea de ladrillo que parece desafiar la suavidad de las colinas perteneció a un antiguo molino de aceite.
Las diferentes culturas han ido dejando sus huellas en el término municipal de Chilluévar. Un buen ejemplo de ello son los restos encontrados en la aldea de Las Almansas, procedentes de los siglos II y III, en plena época romana. Estos restos se encuentran custodiados en el Museo Provincial de Jaén.
A 2,5 km. del casco urbano, el puente romano sobre el río Cañamares, de un solo ojo mediante un arco de medio punto y parámetros verticales, es uno de los legados culturales mejor conservados del municipio.
Otros restos que delatan la presencia de culturas pasadas, es el Torreón de Nubla, situado en la margen izquierda del río Cañamares en su desembocadura en el río Cerezuelo.
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Cultura
El skyline de Chilluévar destaca por la torre de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz y la chimenea de ladrillo, conocida por el Duende, resto de una antigua fábrica vinculada al aceite.
- La iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz es obra del arquitecto Gómez Luengo y fue terminada en 1949. Dentro conserva una pila bautismal del siglo XVIII.
- Torre el Duende. La esbelta chimenea de ladrillo que parece desafiar la suavidad de las colinas perteneció a un antiguo molino de aceite.
Las diferentes culturas han ido dejando sus huellas en el término municipal de Chilluévar. Un buen ejemplo de ello son los restos encontrados en la aldea de Las Almansas, procedentes de los siglos II y III, en plena época romana. Estos restos se encuentran custodiados en el Museo Provincial de Jaén.
A 2,5 km. del casco urbano, el puente romano sobre el río Cañamares, de un solo ojo mediante un arco de medio punto y parámetros verticales, es uno de los legados culturales mejor conservados del municipio.
Otros restos que delatan la presencia de culturas pasadas, es el Torreón de Nubla, situado en la margen izquierda del río Cañamares en su desembocadura en el río Cerezuelo.
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Cultura
El skyline de Chilluévar destaca por la torre de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz y la chimenea de ladrillo, conocida por el Duende, resto de una antigua fábrica vinculada al aceite.
- La iglesia parroquial Nuestra Señora de la Paz es obra del arquitecto Gómez Luengo y fue terminada en 1949. Dentro conserva una pila bautismal del siglo XVIII.
- Torre el Duende. La esbelta chimenea de ladrillo que parece desafiar la suavidad de las colinas perteneció a un antiguo molino de aceite.
Las diferentes culturas han ido dejando sus huellas en el término municipal de Chilluévar. Un buen ejemplo de ello son los restos encontrados en la aldea de Las Almansas, procedentes de los siglos II y III, en plena época romana. Estos restos se encuentran custodiados en el Museo Provincial de Jaén.
A 2,5 km. del casco urbano, el puente romano sobre el río Cañamares, de un solo ojo mediante un arco de medio punto y parámetros verticales, es uno de los legados culturales mejor conservados del municipio.
Otros restos que delatan la presencia de culturas pasadas, es el Torreón de Nubla, situado en la margen izquierda del río Cañamares en su desembocadura en el río Cerezuelo.
Naturaleza
Situarnos en Chilluévar, es como asomarnos a una balconada, en la que tenemos protegida la espalda con la Sierra de Las Villas, y desde donde podemos contemplar Sierra Mágina, Sierra Nevada, la Sierra de Cazorla, así como una gran parte de la campiña jienense. Es esta ubicación la que define su posición estratégica como parte del Adelantamiento de Cazorla.
Su término municipal es una pendiente por la que ríos, arroyos y manantiales discurren por la ladera hasta encontrarse al sur y al sureste con los ríos de La Vega y Cañamares.
Recorrer estos terrenos por cualquiera de los senderos señalizados, es tener la oportunidad de encontrarnos con espacios abruptos, gargantas, tajos calizos, formación de cuevas, bancales, barrancos, formaciones kársticas o grandes cortados. Además de los pastizales de montaña, encontramos pinos laricios, pinos negrales, pinos carrascos, así como especies endémicas de la zona.
En las proximidades de los cauces de los ríos se observan bosques de ribera: mimbreras, sauces, taráis, chopos blancos o álamos negros.
La proximidad de la sierra a las tierras de labor, ubicadas al sur y sureste, reúne las condiciones ideales para la vida de la fauna cinegética de caza menor: conejos, liebres, zorros, perdices, codornices… Así como la característica avifauna junto a los ríos, embalses y presas.
Sin duda la mejor opción para conocer estas tierras y descubrir la vida en la naturaleza, es recorrer alguno de los cercanos senderos señalizados del Parque Natural: Sendero río Cañamares, Sendero Aguascebas-Gil Cobo, Sendero Cueva del Peinero, Embalse de Aguascebas o el Sendero la Osera y Navazalto.
Fiestas y Eventos
En Chilluévar, además de las fiestas de Carnaval y Navidad, se celebran también las siguientes:
- Fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Paz. Junto a otros pueblos como Bélmez de la Moraleda o Beas de Segura, Chilluévar tiene como patrona a la Virgen de la Paz. En su honor el 24 de enero se celebra su festividad con una misa y la procesión de su imagen. Lo más característico de la celebración son las colosales luminarias que se levantan en todo el municipio la noche anterior, creadas por los vecinos con los restos de las podas del olivar.
- Festividad de San Isidro. Junto con Nuestra Señora de la Paz, son los patronos de Chilluévar. El día 15 de mayo, la Hermandad de Labradores organiza la celebración de esta jornada festiva en el área de la sierra conocida como “Los Vilchetes”.
- Corpus Christi. En este día los vecinos engalanan las principales calles de la localidad con alfombras y altares de flores. La procesión recorrerá las calles acompañadas de los niños que ese año han hecho la primera comunión.
- Feria y fiestas en honor a Ntra. Sra. De la Paz. Tienen lugar entre los días 3 al 7 del mes de septiembre, siendo el día 4 el día de la Virgen. Además de los actos religiosos, destacan la celebración de actos taurinos con sueltas de vaquillas que recorren las calles sitiadas mediante barreras de madera.
- Semana Cultural. En la semana anterior a las fiestas de septiembre tienen lugar la Semana Cultural en la que participan las diferentes asociaciones locales y programan: bailes, exposiciones, obras de teatro, encuentros de bolos, recorridos a caballo…
Gastronomía
La variada gastronomía serrana es capaz de adaptarse al amplio espectro de productos de temporada, desde unas simples setas hasta unas elaboradas migas con su cohorte de acompañantes.
Sin olvidar que la localidad tiene una zona de vega y la variedad de verduras obtenidas en los huertos ponen una nota de color en los calurosos veranos.
La carne de caza y otras viandas son procesadas por su industria cárnica para ser convertidas en embutidos.
Entre los platos más tradicionales están:
- Gachamigas, que llevan torreznos y pimientos secos.
- Tallarines, tortas de masa con setas y liebre o perdiz.
- Tortilla serrana, una tortilla hecha con mucha masa de chorizo.
- Truchas.
- Cordero al romero.
- Ajo labrado.
- Ajoharina.
- Tortilla de collejas.
- Embutidos. (chorizo, morcilla blanca y negra, salchichón)
En la repostería:
- Arroz con leche.
- Gachas dulces.
- Paparajotes.
- Roscos de sartén.
- Rosquillos de vino.
- Torta de manteca.
- Flor de lis.
Historia
Chilluévar parece tener su origen en una población dispersa en torno a Las Almansas, tradicionalmente ocupada desde la antigüedad por los romanos. Conocida por los árabes, desde antiguo, como Al-Corai o Alcorache (El-Balcón) hace alusión a su nombre debido a las maravillosas vistas de las que goza.
Dos circunstancias contribuyeron al florecimiento de esta aldea: por un lado las obras promovidas por el Cardenal de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada, en su afán de propagar la nueva fe cristiana en las tierras conquistada a los musulmanes y por otro, el trasiego de ganaderos por este lugar, al quedar Chilluévar como paso obligado de la Mesta en el camino que unía Andalucía y Levante.
En “Chilluévar la Vieja”, como hoy se conoce al primitivo emplazamiento, se construyó una ermita, una hostería, un cementerio y una alberca. Ganaderos, peregrinos y comerciantes visitaban la ermita, encontraban descanso en hospedería y pensiones, y hacían abrevar al ganado. La desaparición de la Mesta y la Trashumancia supusieron la progresiva decadencia y marginación de este primitivo núcleo, pero no así el de la localidad que a finales del XVIII consagraba una nueva iglesia parroquial en el lugar denominado “Chilluévar Nuevo”, a un cuarto de legua de la ermita antigua. En 1787 la aldea recibió el título de “Villa” a instancias del Cardenal Lorenzana, un título que aunque no significaba ningún tipo de independencia, avalaba su reconocimiento como núcleo de población.
Desde su montaña balconada, protegida a la espalda por la Sierra de Las Villas, se pueden contemplar; la Sierra de Mágina, Sierra Nevada, la Sierra de Cazorla, así como gran parte de la campiña, lo que define su posición estratégica como parte del “Adelantamiento de Cazorla”. Chilluévar perteneció al municipio de La Iruela hasta el día 14 de diciembre del año 1926 cuando se independizó.
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