Este municipio forma parte de:
Arquillos - Jaén Paraíso Interior

Arquillos
Población situada al pie de Sierra Morena, junto al Embalse de Guadalén, en un paisaje de lomas pobladas de olivos.
Es un pequeño municipio fundado por Carlos III en el siglo XVIII y ubicado al suroeste de la comarca de El Condado, donde se alternan las áreas de cultivo, en las que domina el olivar, con las de pastizales y dehesas dedicadas a la ganadería y a la caza menor. La zona de sierra encierra rincones de interés natural, especialmente los ubicados junto al embalse del Guadalén, donde también se puede practicar la pesca de ciprínidos.
Entre su patrimonio histórico-artístico hay que citar la Iglesia de la Inmaculada Concepción, que fue construida en 1769 siguiendo el modelo implantado en el resto de templos de la colonización. Presenta una sencilla fachada neoclásica sobre la que se coloca una airosa espadaña articulada en dos cuerpos. La Torre del Reloj, por otro lado, fue construida en el siglo XVIII y despierta gran interés entre los visitantes.
Información
Zona turística: Sierra Morena/Sierras de Andújar y Despeñaperros
Distancia a la capital (km): 83
Altitud sobre el nivel del mar (m): 378
Extensión (Km2): 65
N° de Habitantes: 1767
Gentilicio: Arquilleros
Código postal: 23230
Historia
Si bien el nacimiento de este municipio está ligado al proyecto de colonización de Sierra Morena, puesto en marcha por Carlos III en el siglo XVIII, esta fundación se realizó sobre otro asentamiento de orígenes remotos. Los documentos más antiguos en los que se menciona la localidad de Arquillos datan de 1254, en los que Alfonso X el Sabio entrega la aldea a Baeza para que la protegiera y defendiera. Por otro documento, en el que el rey concede a Úbeda las aldeas de Cabra y Santiesteban, e indica que había tomado Arquillos a esta ciudad para entregarla a Baeza, se deduce que la aldea tendría al menos un origen islámico. En el siglo XIII debió ser ocupada por Fernando III y entregada al Concejo de Úbeda.
La pertenencia al Arciprestazgo de Baeza aún la atestigua Ximena Jurado en sus Anales de 1652. Y es que Arquillos, localización en la puerta del Condado, paso obligado en las vías de Granada a Cuenca y de Valencia a Sevilla, reunía desde antiguo las condiciones propicias para el asentamiento de una población basada en el desarrollo agrícola y ganadero. Por el mismo motivo no es de extrañar que fuera elegido por el superintendente Pablo de Olavide para la localización de uno de los núcleos de colonización, al que tenía el deseo de llamarle Campomania, aunque finalmente no lo consiguió.
Este proyecto de colonización de Sierra Morena en pleno ...
Historia
Si bien el nacimiento de este municipio está ligado al proyecto de colonización de Sierra Morena, puesto en marcha por Carlos III en el siglo XVIII, esta fundación se realizó sobre otro asentamiento de orígenes remotos. Los documentos más antiguos en los que se menciona la localidad de Arquillos datan de 1254, en los que Alfonso X el Sabio entrega la aldea a Baeza para que la protegiera y defendiera. Por otro documento, en el que el rey concede a Úbeda las aldeas de Cabra y Santiesteban, e indica que había tomado Arquillos a esta ciudad para entregarla a Baeza, se deduce que la aldea tendría al menos un origen islámico. En el siglo XIII debió ser ocupada por Fernando III y entregada al Concejo de Úbeda.
La pertenencia al Arciprestazgo de Baeza aún la atestigua Ximena Jurado en sus Anales de 1652. Y es que Arquillos, localización en la puerta del Condado, paso obligado en las vías de Granada a Cuenca y de Valencia a Sevilla, reunía desde antiguo las condiciones propicias para el asentamiento de una población basada en el desarrollo agrícola y ganadero. Por el mismo motivo no es de extrañar que fuera elegido por el superintendente Pablo de Olavide para la localización de uno de los núcleos de colonización, al que tenía el deseo de llamarle Campomania, aunque finalmente no lo consiguió.
Este proyecto de colonización de Sierra Morena en pleno ...
Historia
Si bien el nacimiento de este municipio está ligado al proyecto de colonización de Sierra Morena, puesto en marcha por Carlos III en el siglo XVIII, esta fundación se realizó sobre otro asentamiento de orígenes remotos. Los documentos más antiguos en los que se menciona la localidad de Arquillos datan de 1254, en los que Alfonso X el Sabio entrega la aldea a Baeza para que la protegiera y defendiera. Por otro documento, en el que el rey concede a Úbeda las aldeas de Cabra y Santiesteban, e indica que había tomado Arquillos a esta ciudad para entregarla a Baeza, se deduce que la aldea tendría al menos un origen islámico. En el siglo XIII debió ser ocupada por Fernando III y entregada al Concejo de Úbeda.
La pertenencia al Arciprestazgo de Baeza aún la atestigua Ximena Jurado en sus Anales de 1652. Y es que Arquillos, localización en la puerta del Condado, paso obligado en las vías de Granada a Cuenca y de Valencia a Sevilla, reunía desde antiguo las condiciones propicias para el asentamiento de una población basada en el desarrollo agrícola y ganadero. Por el mismo motivo no es de extrañar que fuera elegido por el superintendente Pablo de Olavide para la localización de uno de los núcleos de colonización, al que tenía el deseo de llamarle Campomania, aunque finalmente no lo consiguió.
Este proyecto de colonización de Sierra Morena en pleno siglo XVIII fue una gran empresa urbanizadora que contempló la creación de cuarenta y cuatro pueblos y once ciudades en lugares yermos de la Parrilla y Sierra Morena. Se pretendía tanto poblar y poner en cultivo zonas semidesérticas, como hacer más seguro el trayecto Cádiz-Madrid para viajeros y mercancías.
El territorio se ordenó de acuerdo a un plan preconcebido y los nuevos pueblos y aldeas fueron diseñados a priori siguiendo los patrones clasicistas que imperaban en la época. Uno de los lugares que mejor han mantenido este urbanismo es Arquillos, un trazado en damero, regido por principios de simetría, uniformidad y orden, con un variado juego de plazas y con el centro cívico y religioso en el borde occidental, junto al cruce de caminos. Arquillos dependió durante bastante tiempo de Santiesteban del Puerto hasta que, en 1833, la reina Isabel II le concedió la independencia por haber entregado, diez años antes, al general Riego, símbolo del liberalismo revolucionario, refugiado allí en la última insurrección.
Otra Información
Torre del Reloj
La torre es de planta cuadrada y arranca desde un zócalo. Toda la fábrica es de cantería. De sus dos cuerpos, el primero tiene el doble de altura y en él se abre un arco de medio punto con dovelas almohadilladas. Sobre esta puerta se abre una ventana saetera que da luz a su interior y se repite en los otros tres lados. Una triple moldura separa el primero del segundo cuerpo, en el que aparecen el reloj, una pequeña ventana cuadrada y pilastras dóricas en los extremos. Sobre la cornisa se levanta una estructura artesanal de hierro, añadida en 1884 para albergar la campana y la veleta. En el siglo XVIII las horas las marcaban las campanas de las iglesias. Levantar una torre municipal con la sola función de indicar las horas era algo inusual en la época y simboliza el enfrentamiento entre los poderes civil y eclesiástico que protagoniza el reinado de Carlos III.
Iglesia de la Inmaculada Concepción
Construida en 1769, presenta una fachada típica de los poblados de colonización del siglo XVIII. Cuenta con una sencilla portada neoclásica coronada por frontón que estiliza al máximo sus líneas rectas. Sobre ella se alza una airosa espadaña que tiene la particularidad de articularse en dos cuerpos: en el inferior se abren dos huecos gemelos para voltear campanas, mientras que el cuerpo superior, con un solo hueco de campana, va perdiendo grosor para culminar en un frontón triangular que, a su vez, acoge una minúscula campana.
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