Ruta Ornitológica Sierra de Cazorla

23528, Cazorla Cómo llegar

Se inicia en Cazorla, pueblo de una singular belleza catalogado como conjunto histórico artístico que es además cabecera de la comarca de la Sierra de Cazorla. Tomamos dirección al Parque Natural por la carretera A-319, atravesando el pueblo de La Iruela y el de Burunchel, justo antes de entrar en sus límites, continuamos por la sinuosa carretera de montaña, ascendiendo hasta alcanzar el Puerto de las Palomas y el Paso del Aire, en este punto podemos aprovechar para realizar la primera parada contemplando la diferencia de paisaje existente entre la vertiente orientada al Valle del Guadalquivir y la orientada a la campiña agrícola cubierta por el manto de olivos que cubre estas tierras.

Desde aquí y con algo de paciencia y suerte podemos sirviéndonos de la proximidad de un comedero de carroñeras, disfrutar del majestuoso vuelo del Buitre leonado la más numerosa de nuestras grandes rapaces, la cual nos deleitará con pasadas a escasos metros de la copa de los pinos que nos rodean, también es factible contemplar desde aquí otras especies de rapaces como los ratoneros y las águilas calzadas.

Desde aquí seguiremos por la misma carretera hasta llegar al Empalme del Valle (punto de conexión con la ruta principal si el inicio se realiza desde el poblado de Arroyo Frío), y tomaremos el cruce hacia la derecha, en dirección a Vadillo-Castril. En este antiguo poblado maderero situado en la orilla del río Guadalquivir podemos realizar una segunda parada, en la cual, bien andando por las orillas del río por el mismo poblado o bien invirtiendo algo más de tiempo en la realización a pie de una ruta circular, también de interés ornitológico por la Cerrada del Utrero, podemos contemplar una gran variedad de especies de aves propias de las riberas como el Mirlo acuático, buen indicador de la calidad de esta agua, la Lavandera cascadeña en su deambular por las piedras que asoman de la superficie, Ruiseñores bastardos y en primavera la colorista Oropéndola entre otras.

Continuando y tras pasar el Puente de Hierro, ubicado junto al sendero de la Cerrada de Utrero, llegaremos a una bifurcación que tomaremos a la izquierda para subir con dirección a las Navas. Dejaremos atrás los Lanchales de Linarejos, una bella zona cárstica donde se puede observar con algo de paciencia a la ágil Cabra montés y con la misma y en silencio, oteando los troncos de los árboles que nos rodean podemos ver varias especies de aves forestales de pequeño tamaño pero gran belleza como los Trepadores azules, Agateadores comunes, Carboneros garrapinos, Mitos, etc. Continuamos hasta la casa forestal de Los Collados donde se inicia la pista forestal de tierra que, a través de la Cuesta del Bazar, nos llevará a la Nava del Espino.

Un poco más arriba nos encontramos, a nuestra derecha, un primer mirador que da vista a Los Poyos de la Mesa, donde es frecuente avistar el vuelo de los Buitres y con suerte de Águilas reales, Águilas calzadas y Águilas culebreras, estas últimas en primavera y verano cuando se encuentra en nuestras sierras tras su invernada en África

Continuaremos nuestro recorrido ascendiendo entre bellos pinares resineros, encinas y algunos viejos quejigos, que se asocian con un sotobosque compuesto por romeros, mejoranas, cornicabras y jaras... Según vamos ascendiendo por la Cuesta del Bazar, los pinos resineros van dejando paso a los majestuosos pinos laricios. Nos encontramos en el piso oromediterráneo, donde a este esbelto pino se asocian centenarios pies de quejigos, majuelos, arlos (agracejos) o pinchos uvilleros, cojines de pastor...

Hemos llegado al inicio de la Nava del Espino, bella altiplanicie de frondosos bosques de laricio y pastizales de alta montaña. Circundada por esbeltas cumbres como la Cabeza del Tejo, el cerro de Pedro Cerrillo... donde es frecuente observar a los veloces Gamos paciendo o descansando bajo la sombra de algún pino.

Continuaremos por la pista forestal dejando atrás el área recreativa de la Fuente de la Garganta para llegar a la Esperilla donde encontramos el segundo mirador dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente. Este mirador da vistas sobre la "Nava de San Pedro" y los "Torcales del Lobo". No debemos dejar la ocasión de invertir algo de tiempo en esta nava para escudriñando con unos prismáticos esta maravillosa extensión tratar de descubrir algún Pico picapinos, Pito real o Corneja oculta entre la maleza o el entramado de ramas de las choperas de reforestación que aquí se encuentran. No es raro si miramos al cielo descubrir la silueta de aves como el Águila real, el Halcón peregrino, Buitres leonados, Cuervos o alguno de los individuos de Quebrantahuesos liberados dentro del proyecto de reintroducción de la especie. En la actualidad y junto al antiguo Parque Cinegético de la Nava de San Pedro se encuentra el Centro de Cría en Cautividad del Quebrantahuesos. Ambicioso proyecto que está dando sus frutos, ya que esta especie amenazada ha vuelto a volar por estas sierras.

Proseguiremos nuestra ruta y una vez pasada la trinchera, daremos vista al Vado de las Carretas desde donde en los días con buena visibilidad podremos otear hasta el Parque Nacional de Sierra Nevada. Un poco más arriba y junto a las antiguas cortijadas de Poyo Manquillo encontraremos un pequeño sendero a nuestra izquierda que nos lleva al tercer mirador, dando vistas a un bello encinar sobre lastras de caliza, así como los impresionantes cortados de los Torcales del Lobo y más lejanos Cerro de las Cabañas, Puerto Pinillo, Torcal de Linares...

Regresaremos a nuestro vehículo para, transcurridos unos dos kilómetros, encontrar el cuarto mirador en el paraje conocido como el Estrecho de los Perales, bellas y raras formaciones geológicas por las que transcurren las cristalinas aguas del arroyo de Valdetrillos. En este paraje es fácil observar cómo trepan por paredes verticales los ágiles Muflones, los Machos monteses e incluso el majestuoso vuelo del Águila real, el Buitre leonado o el Águila calzada, pero también bandos de unas extrañas aves de picos retorcidos increíblemente adaptadas a alimentarse en los pinares, los Piquituertos, que usan esta extraña morfología en sus picos para extraer los piñones de las piñas. Tampoco debemos olvidarnos de mencionar la posibilidad de observar un pequeño pájaro, el Verderón serrano.

Continuaremos la pista forestal para dejar atrás la antigua casa forestal de "Fuente Acero" y, un km. más arriba, llegar a bellos e impresionantes farallones de calizas, entre los que destacan las cumbres de la Loma del Caballo de Acero, Alto de la Cabrilla y Navalasno, últimos lugares donde el quebrantahuesos nidificó antes de su desaparición entre 1986 - 87.

Continuaremos la pista forestal y dejando atrás el Collado de Fuente Bermejo, llegamos al Collado de la Zarca, donde encontramos a nuestra izquierda un impresionante y centenario pie de pino laricio con más de 300 años. Desde aquí se divisan bellas panorámicas del Barranco del Guadalentín, y las grandes formaciones de caliza del Parque Natural, como son las citadas Navalasno, Poyos de la Carilarga, La Cabrilla... En el final de la ruta llegamos al paraje denominado Ramblaseca, puerta de los renombrados Campos de Hernán Perea, altiplanicie de vegetación rala debido a la crudeza de las condiciones ambientales y sobre todo a la presión ganadera ejercida. En estos páramos es posible avistar un sinfín de pequeñas aves que aprovechan los abrevaderos del ganado para abastecerse de agua y entre las que podemos destacar Pinzones, Piquituertos, Zorzales charlos, Roqueros rojos y Mirlos capiblancos (estos dos últimos más frecuentes en invierno) así como algún Azor y Gavilán a la espera de capturar en un despiste alguno de los pájaros que calmando su sed bajan la guardia.

Ya solo nos queda regresar por el mismo itinerario, hasta el cruce del Puente de las Herrerías donde tendremos la opción de elegir si regresar por el mismo camino de la ida, o por el que discurre hasta el Nacimiento del Guadalquivir y desde aquí hasta el Chorro donde podremos deleitarnos con una buitrera ubicada en unos cortados verticales de imponente belleza desde donde contemplar Buitres leonados, Chovas piquirrojas, Aviones roqueros y en época reproductora Alimoches y Vencejos reales. Advertir que esta alternativa incrementaría considerablemente el tiempo y la distancia del trayecto por lo que se recomienda hacerla en otra jornada.