El Cerro de Castellón

Parajes singulares

Yacimientos Arqueológicos

Larva. 23591, Larva Cómo llegar

En el cerro del Castellón se conservan los restos de una fortaleza ciclópea íbera de entre los siglos II y I a.C. Se trata de un recinto amurallado, con una estructura cuadrangular y un aljibe en su interior, construido con sillares de caliza que alcanzan el metro y medio de longitud.

 

Presenta una planta rectangular orientada de noreste a sureste y un el recinto amurallado. El muro mejor conservado es el noreste, de 18,70 metros de longitud y 4 metros de altitud en su esquina más alta. Consta de varias hileras de piedras de grandes dimensiones, sobre las que se levantaría una pared de tapial, hoy desaparecida. En su interior conserva un aljibe de sillares regulares, menores que los del muro exterior, de 6,30 metros de longitud y 2 metros de anchura.

Pese a que data de cronología íbera, se han encontrado en su interior tanto cerámica decorada con bandas cerámicas íberas como terra sigillata romana, por lo que se puede deducir una continuada ocupación del terreno; así como cerámica medieval.

Su misión era la de vigilancia y control de las vías de comunicación, pues está íntimamente vinculado al corredor del río Guadiana Menor; que comunica el valle alto del Guadalquivir con los altiplanos de Guadix y Baza.

En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.

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