DERIVACIÓN 05: Banderillas
El Banderillas, que con sus 1993 metros de altitud es el techo de la Sierra de Segura, es un pico donde obtendremos una de las mejores vistas montañeras de Andalucía.
Su cara oeste es muy abrupta y vertical sobre los valles del Río Aguamulas y Arroyo de la Campana, mientras que hacia el este su ladera es mucho más suave y se alza sobre la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea.
La Derivación se inicia en pleno corazón de esta altiplanicie, situada entre los 1600-1700 metros de altitud, desprovista de arbolado en su mayor parte, muy rocosa y con infinidad de formaciones a modo de embudo (dolinas y simas).
Esta zona es la mayor “esponja” existente en el Parque, ya que la roca caliza absorbe el agua, disolviéndose con el paso de los años y formando este paisaje tan característico que muchos asemejan al paisaje lunar.
Aunque en determinadas ocasiones del año pueda parecer incluso un terreno un terreno desértico y seco, nada más lejos de la realidad, pues debajo de nosotros se encuentra el mayor acuífero subterráneo del Parque. Es una zona de abundantes y fresc ...
El Banderillas, que con sus 1993 metros de altitud es el techo de la Sierra de Segura, es un pico donde obtendremos una de las mejores vistas montañeras de Andalucía.
Su cara oeste es muy abrupta y vertical sobre los valles del Río Aguamulas y Arroyo de la Campana, mientras que hacia el este su ladera es mucho más suave y se alza sobre la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea.
La Derivación se inicia en pleno corazón de esta altiplanicie, situada entre los 1600-1700 metros de altitud, desprovista de arbolado en su mayor parte, muy rocosa y con infinidad de formaciones a modo de embudo (dolinas y simas).
Esta zona es la mayor “esponja” existente en el Parque, ya que la roca caliza absorbe el agua, disolviéndose con el paso de los años y formando este paisaje tan característico que muchos asemejan al paisaje lunar.
Aunque en determinadas ocasiones del año pueda parecer incluso un terreno un terreno desértico y seco, nada más lejos de la realidad, pues debajo de nosotros se encuentra el mayor acuífero subterráneo del Parque. Es una zona de abundantes y fresc ...
El Banderillas, que con sus 1993 metros de altitud es el techo de la Sierra de Segura, es un pico donde obtendremos una de las mejores vistas montañeras de Andalucía.
Su cara oeste es muy abrupta y vertical sobre los valles del Río Aguamulas y Arroyo de la Campana, mientras que hacia el este su ladera es mucho más suave y se alza sobre la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea.
La Derivación se inicia en pleno corazón de esta altiplanicie, situada entre los 1600-1700 metros de altitud, desprovista de arbolado en su mayor parte, muy rocosa y con infinidad de formaciones a modo de embudo (dolinas y simas).
Esta zona es la mayor “esponja” existente en el Parque, ya que la roca caliza absorbe el agua, disolviéndose con el paso de los años y formando este paisaje tan característico que muchos asemejan al paisaje lunar.
Aunque en determinadas ocasiones del año pueda parecer incluso un terreno un terreno desértico y seco, nada más lejos de la realidad, pues debajo de nosotros se encuentra el mayor acuífero subterráneo del Parque. Es una zona de abundantes y frescos pastos en los meses de estío que alberga la mayor cabaña ganadera del Parque, siendo la oveja segureña una raza autóctona perfectamente adaptada a estos terrenos y muy apreciada por la calidad de sus corderos.
Este recorrido tiene dos partes bien diferenciadas, la primera, en la que se recorre la altiplanicie por un terreno prácticamente plano, y la segunda, en la que nos elevamos para conquistar su cumbre.
La zona es especialmente rica en fauna, pudiendo sorprender durante la ruta a las cuatro especies de grandes herbívoros existentes, además de los omnipresentes jabalíes, zorros, rapaces y buitres. Botánicamente también es una zona especial, pues las plantas endémicas encuentran en estas grandes cimas rocosas su hábitat idóneo.
En primavera podremos descubrir varias de estas especies en el ecosistema rupícola. La ruta culmina en la caseta de vigilancia de incendios, muy cerca del punto geodésico, al que se accede cresteando. Una vez allí quedaremos fascinados por las vistas.
Información técnica
Nombre de Ruta Rutas Bosques GR247
Rutas Bosques GR247 5: DERIVACIÓN 05: BanderillasHUSO 30S
Campo del Espino: x523685 y4209197
Caseta Vigilantes El Banderillas: x518806 y4207438
Campo del Espino: x523573 y4208989
Caseta Vigilantes El Banderillas: x518695 y4207230
DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS)6700
Tramo de asfalto o cemento 0 %
Tramo de pista o camino forestal o rambla 85,00 %
Tramo de senda 15,26 %
tramos-de-Vía-pecuaria 0 %
TIEMPO DE MARCHA ESTIMADOO
1 h 45 minDESNIVEL MÁXIMO303 m
DIFICULTAD. VALORACIÓN SEGÚN MÉTODO MIDE
2
MEDIO.
Severidad del medio natural
2
Irinerario
Orientación en el itinerario
2
Desplazamiento
Dificultad en el desplazamiento
2
ESFUERZO.
Cantidad de esfuerzo necesario
Rutómetro
Campo del Espino
El inicio de esta derivación del GR 247, se encuentra en la Etapa 16 que discurre entre el Refugio del Campo del Espino y el Refugio de Rambla Seca, a 900 metros del primero en dirección oeste.
Es muy fácil identificar el inicio, ya que existe una barrera para impedir paso de vehículos a motor. Hemos de seguir con atención las balizas que nos indican la ruta, que se dirige hacia el Cortijo del Campo del Espino.
Cruzamos por la Cañada Carabina y a 0,8 kilómetros del inicio dejamos a nuestra izquierda el citado Cortijo del Campo del Espino, restaurado recientemente.
A la izquierda del mismo los pastores suelen colocar piedras de sal a los rebaños de ovino (como complemento de su alimentación), por lo que es muy frecuente observar fauna salvaje (ciervos, gamos, muflones o cabras monteses) en esa zona.
Justo delante aparece un bosque de pino laricio entre roquedos, y hacia la derecha hay un cerro pelado destaca en el paisaje. Es el Majal de la Carrasca, pasando la pista pasa entre el pinar y la ...
Campo del Espino
El inicio de esta derivación del GR 247, se encuentra en la Etapa 16 que discurre entre el Refugio del Campo del Espino y el Refugio de Rambla Seca, a 900 metros del primero en dirección oeste.
Es muy fácil identificar el inicio, ya que existe una barrera para impedir paso de vehículos a motor. Hemos de seguir con atención las balizas que nos indican la ruta, que se dirige hacia el Cortijo del Campo del Espino.
Cruzamos por la Cañada Carabina y a 0,8 kilómetros del inicio dejamos a nuestra izquierda el citado Cortijo del Campo del Espino, restaurado recientemente.
A la izquierda del mismo los pastores suelen colocar piedras de sal a los rebaños de ovino (como complemento de su alimentación), por lo que es muy frecuente observar fauna salvaje (ciervos, gamos, muflones o cabras monteses) en esa zona.
Justo delante aparece un bosque de pino laricio entre roquedos, y hacia la derecha hay un cerro pelado destaca en el paisaje. Es el Majal de la Carrasca, pasando la pista pasa entre el pinar y la ...
Campo del Espino
El inicio de esta derivación del GR 247, se encuentra en la Etapa 16 que discurre entre el Refugio del Campo del Espino y el Refugio de Rambla Seca, a 900 metros del primero en dirección oeste.
Es muy fácil identificar el inicio, ya que existe una barrera para impedir paso de vehículos a motor. Hemos de seguir con atención las balizas que nos indican la ruta, que se dirige hacia el Cortijo del Campo del Espino.
Cruzamos por la Cañada Carabina y a 0,8 kilómetros del inicio dejamos a nuestra izquierda el citado Cortijo del Campo del Espino, restaurado recientemente.
A la izquierda del mismo los pastores suelen colocar piedras de sal a los rebaños de ovino (como complemento de su alimentación), por lo que es muy frecuente observar fauna salvaje (ciervos, gamos, muflones o cabras monteses) en esa zona.
Justo delante aparece un bosque de pino laricio entre roquedos, y hacia la derecha hay un cerro pelado destaca en el paisaje. Es el Majal de la Carrasca, pasando la pista pasa entre el pinar y la base del citado cerro, manteniendo la dirección oeste.
A 3 kilómetros del inicio llegamos a una bifurcación. Al frente está el camino a Pinar Negro, finca que conserva el valioso pinar de alta montaña que hemos bordeado.
Nosotros continuamos hacia la derecha por una pista que serpentea suavemente entre suaves colinas desarboladas. A escasos 300 metros llegamos a un balcón natural sobre el valle del Aguamulas, el Guadalquivir y otros muchos lugares del Parque.
Aquí somos capaces de dimensionar nuestra ruta por su estratégica situación geográfica y su notable altitud, porque aunque ya desde el comienzo nos encontrábamos a más 1700 metros, es ahora cuando adquirimos la sensación de altitud.
Bifurcación
Pasaremos por varias bojedas y veremos el original paisaje vegetal que conforman los grandes pinos laricios rodeados de una alfombra de enebros rastreros.
Camino de herradura
Finaliza la pista para continuar por una estrecha senda que se asoma por un instante hacia la vertiente oeste de esta cordillera y que continúa ascendiendo, en la misma dirección, con grandiosas vistas.
Caseta de Vigilantes Banderillas
A los 700 metros llegamos a la cima del Banderillas, donde se encuentran dos casetas de vigilancia de incendios y donde hay una de las panorámicas más amplias del Parque Natural, ya que hemos de tener en cuenta que esta es la mayor altitud sobre el Valle del Guadalquivir.
Hacia la derecha, por la cresta, podremos llegar al punto geodésico a algo más de 200 metros.
Las vistas son fabulosas. Hacia el norte, en primer plano, tenemos el Castellón de los Toros, al fondo el embalse del Tranco y más allá los numerosos calares y cumbres de la Sierra de Segura, entre las que destaca la del Yelmo.
Hacia el este divisamos la mole de La Sagra, en Granada. Hacia el sur vemos dos picos emblemáticos del Parque, el Empanadas y el Cabañas, ambos con una altitud que supera los 2000 metros. Y hacia el oeste, las cumbres del otro lado del Valle del Guadalquivir que van desde el Gilillo hasta el Pedro Miguel.
Más allá del final de esta Derivación es gozoso continuar hacia la izquierda por un viejo sendero de pequeño recorrido que nos llevaría por la cuerda de la Cordillera del Banderillas, durante 2,5 kilómetros, al Tranco del Perro, paso antiguo de camino de herradura que comunicaba ambas vertientes de esta cordillera.