Casa del Corregimiento y antigua cárcel (actual ayuntamiento)

. Cardenal Benavides, 10,. 23440, Baeza Cómo llegar

Bien de Interés Cultural. Monumento. Declarado en 1926. El edificio del actual ayuntamiento de Baeza se corresponde con el de la Antigua Cárcel y Casa de Corregidor, a donde se trasladó definitivamente en 1867, desde su primitivo emplazamiento, junto a la catedral.

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El intenso uso funcional y administrativo desde un principio ha sido causa de numerosas y radicales intervenciones a lo largo del tiempo, entre las cuales la llevada a cabo en 1791 quizás sea la que afectó al inmueble de modo más intenso, junto con la de 1952. Ya cuando se declaró Monumento Nacional, en 1926, solo se hizo de la crujía principal, zaguán y escalera imperial, elementos de los cuales únicamente los dos primeros podrían adjudicarse al proyecto original del siglo XVI.

De fecha incierta en cuanto a su origen, aunque se señale por alguna documentación la fecha de 1523 como su inicio, el estilo y sobre todo el uso de las serlianas no se corresponde con esos años. Si se sabe que fue terminado en 1564. En cuanto a su autoría, aunque discutida, pensamos que tiene rasgos estructurales inequívocos de Andrés de Vandelvira, como es la prolongación del plano de fachada lateralmente hasta el límite de la crujía, o el uso de soportes antropomorfos en portadas.

El actual edificio ocupa un amplio solar en esquina con fachada principal a la calle Pasaje Cardenal Benavides y otra lateral a la calle Gaspar Becerra. Aparte de las profundas reformas, se incorporó una casa colindante a la fachada principal, adquirida en 1942.

La parte renacentista y vandelviriana se centra en este paño de fachada que señala la crujía delantera. Se trata de un plano apaisado de dos pisos separados por una marcada cornisa, que determinan dos planos muy diferenciados: Uno inferior, desnudo, sin más ornamentación que la se concentra en las dos puertas de entrada y dos pequeñas ventanas centrales, mientras que en el superior los cuatro balcones en forma de “serliana”, además del aligeramiento del muro que suponen los huecos, estos se enriquecen con relieves de grutescos en frisos, arcos y cajas de pilastras, aproximándose a un concepto de “horror al vacío”, más propio del primer renacimiento. Un quinto vano, este de medio punto, en el extremo derecho indica ser resto de una parte mutilada o modificada posteriormente. Este gusto por el lujo ornamental se refuerza con los escudos oficiales de la monarquía y de la ciudad entre los balcones y se remata con un vistoso alero bajo el tejado, decorado con clásico friso de ovas y flechas y de ménsulas fantásticas de raigambre medieval.

De las dos puertas, la de la izquierda era la entrada a la cárcel, y consta de un gran arco simple de medio punto con don figuras alegóricas a modo de cariátides que sostienen el entablamento: Justicia y Caridad. La otra, más suntuosa, se corresponde con la residencia del Corregidor, se abre con arco escarzano, flanqueado por dos columnas sobre pedestal de orden corintio con canaladuras en el fuste y baquetones alternantes en el tercio inferior, al uso de Vandelvira y mascarones en su tercio superior; un tipo muy francés del que gusta este arquitecto. Sobre la puerta y en una gran cartela, leyenda alusiva al Corregidor, Juan de Borja, y a la fecha de su realización: 1559.

En el zaguán se conserva la triple arcada de piedra original sobre columnas, aunque cortada por encima de la clave por el forjado de una de las reformas posteriores. Al fondo, la escalera imperial cubierta con una media naranja, se inscribe en los momentos finales del barroco del siglo XVIII.

En el momento actual se está realizando el proyecto de rehabilitación del arquitecto Íñigo de Viar Fraile