Los animales - Jaén Paraíso Interior
Los animales
El animal que hoy es el orgullo del parque es el quebrantahuesos. Tras extinguirse en 1986, su vuelta a estas sierras es fruto de un ambicioso y complejo proyecto de reintroducción. Su elegante silueta junto a los cantiles más agrestes es la mejor prueba de que el ser humano suma, puede corregir el rumbo y volver a vivir en armonía con el resto de la naturaleza, y reintroducirse en el sur de España, jugando este parque el papel de núcleo de cría y suelta en libertad, para el conjunto de la Comunidad Autónoma de Andalucía, y más allá. Ese sueño es posible en las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Cuando vengas, lo comprobarás.
Los grandes mamíferos
El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas debe su popularidad, en gran parte, a que es la zona donde es más sencillo el avistamiento de la gran fauna ibérica en libertad.
Es frecuente observar a la cabra montés (Capra pyrenaica ssp.hispanica) en las zonas escarpadas y al muflón (Ovis musimon) en las áreas despejadas y rocosas. Los grupos de gamos (Dama dama) y ciervos (Cervus elaphus) son muy abundantes en los pinares y, cuando comienza el otoño, la berrea de los grandes venados es un espectáculo difícil de olvidar.
El jabalí (Sus scrofa) es otra especie habitual en el parque, llegando a ser familiar en algunos alojamientos turísticos donde se deja alimento a su disposición.
Las rapaces
La gran cantidad de aves rapaces que sobrevuelan estas Sierras es otra evidencia de la buena salud ecológica de la que goza el parque natural, en el que pueden observarse nada menos que 23 de las 24 especies de rapaces diurnas ibéricas. De ellas, 15 se reproducen en el parque.
Este espacio está orgulloso de sus poblaciones de águila real (Aquila chrisaetos) y de halcón peregrino (Falco peregrinus) –el animal más veloz de la Tierra- cifradas cada una de ellas en una veintena larga de parejas. Más escaso es el alimoche (Neophron percnopterus), declarado en peligro de extinción en Andalucía. Sin embargo, el buitre leonado Gyps fulvus), con sus más de 500 parejas nidificantes, es muy fácil de avistar. Aunque nada resulta más excitante que ver la imponente silueta de alguno de los quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) que están siendo reintroducidos en el parque.
Cada primavera, las águilas culebreras (Circaetus gallicus) y las águilas calzadas (Hieraaetus pennatus) vuelven desde África con puntual fidelidad a hacer su nido en los bosques del Parque, donde compiten con especies residentes como el azor (Accipiter gentilis) y el gavilán (Accipiter nissus).
La noche tiene también sus cazadoras aladas: seis de las siete rapaces nocturnas ibéricas están presentes en el Parque. Entre ellas destaca el poderoso búho real (Bubo bubo), cuyo hondo reclamo aún puede escucharse en las espesuras. Como podrás oír, con mucha más frecuencia, el canto del cárabo (Strix aluco) en las zonas boscosas y el del autillo (Otus scops) en el entorno de casi todos los pueblos y aldeas.
Los reptiles
La lagartija de Valverde (Algyroides marchi) es uno de los emblemas de la fauna del parque, porque es un animal exclusivo de estas sierras, donde fue descubierto en 1958 por el biólogo José Antonio Valverde, uno de los grandes impulsores del Parque Nacional de Doñana y que fue, también, quien llamó la atención de la comunidad científica internacional a mediados del siglo XX sobre la presencia del quebrantahuesos en estos parajes. Esta lagartija, de color verde oscuro, se concentra en muy pocos enclaves, siempre umbríos, con bastante matorral y con puntos de agua próximos.
En el parque se han citado 21 especies de reptiles. Algunos de los más interesantes son el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) y el eslizón tridáctilo (Chalcides chalcides), reptiles que se distinguen por la reducción de sus patas, de forma que reptan por el suelo como si fuesen culebras. Las lagartijas ibérica (Podarcis hispanicus) y colilarga (Psammodromus algirus) son abundantísimas, mientras no es difícil observar al llamativo lagarto ocelado (Lacerta lepida) tomando el sol sobre una roca. En el agua son frecuentes la culebra de agua (Natrix maura), que suele hacerse la muerta cuando se siente observada, y el apacible galápago leproso (Mauremys caspica).
Los peces
Las aguas rápidas, frías y transparentes de las zonas altas del Parque son el hábitat de otra de las joyas de su fauna: la trucha común (Salmo trutta), especie declarada en peligro de extinción en Andalucía y cuya captura sólo esta permitida en la modalidad de pesca sin muerte, siempre con licencia vigente de pesca y el permiso correspondiente, en determinados puntos.
El barbo gitano (Barbus sclateri) y la boga de río andaluza (Chondrostoma willkommii) prefieren las zonas medias y bajas de los ríos, así como los embalses del Tranco y Anchuricas. El cachuelo (Squalius pyrenaicus), el calandino (Leuciscus alburnoides) y la colmilleja (Cobitis paludica) están también presentes en nuestros ríos, además de especies introducidas como la trucha arco-iris (Oncorhynchus mykiss) y el black-bass o perca americana (Micropterus salmoides).